
En España el sector bancario ha protagonizado un intenso proceso de fusiones desde la crisis financiera internacional. En apenas 15 años, el censo de entidades financieras se ha contraído desde 60 a apenas 9 y si triunfa la opa de BBVA a Sabadell reducirá a 8 el número de operadores. A la larga, las entidades han rentabilizado las apuestas, pero el primer impacto resulta habitualmente negativo en negocio e ingresos.
Durante los primeros 12 meses y, de acuerdo a cálculos de Exane BNP Paribas, los bancos que se fusionaban tuvieron un peor desempeño que las entidades rivales del 8% en el margen de intereses y del 6,5% en la contribución por comisiones, y el gap aún fue desfavorable al año siguiente en una proporción del 3% y 4,5%, respectivamente.
Pone en duda la opa
Para el estudio, la firma toma de base la experiencia de las fusiones de Bankia y BMN; CaixaBank y Banca Cívica; Santander y Popular, y las más recientes de CaixaBank y Bankia y Unicaja con Liberbank. Los impactos negativos oscilan en función de los procesos y el momento de negocio.
La operación más asimilable a la opa de BBVA sobre Sabadell sería la absorción del Popular por Santander, por su elevada cuota de mercado en pymes, y esa unión vio caer el margen financiero un 10,7% y 4,3%, respectivamente, durante los dos primeros años desde la unión, mientras que subía un 2,3 y 0,2% en las entidades rivales. En comisiones el gap de evolución llegó a superar el 10% en la contribución de comisiones en el segundo año.
Para los expertos de Exane BNP Paribas, que no ven la oferta como un buen movimiento estratégico en este momento, esas sinergias negativas son "el elefante en la habitación". En una unión de Sabadell a BBVA agregaría de forma positiva en la balanza el ahorro de costes inherente a su mejor capacidad de fondear en los mercados y que BBVA cifra en 100 millones, aunque los expertos advierten que su consecución sería progresiva en el tiempo a medida que se refinancian las posiciones de deuda.
BBVA ha cifrado en 750 millones el talón a economizar con la integración, cifra que Exane juzga también limitada y que podría alcanzar los 930 millones si prescinde de unas 420 sucursales y 6.000 empleados.
En el otro lado de la balanza y con impacto negativo sitúa los cambios asociados a la fusión ligados a la atención de la clientela, que "impactarán al desempeño operativo durante algún tiempo" al desacelerar también el nivel de actividad. Estima mayores costes por la ruptura de las alianzas estratégicas adicionales a la joint venture en seguros con Zurich por unos 1.200 millones y un impacto en capital de 55 puntos básicos frente a los 30 estimado por BBVA, pudiendo bajar su CET1 por debajo del 12% objetivo.
Sus expertos advierten de riesgos de ejecución al ser una operación hostil y la posibilidad de que la fusión se vaya a finales de 2025 por la autorización de la CNMC y la integración operativa a mediados de 2026. Un escenario que, en su conjunto, temen que tenga hoy un impacto negativo sobre el beneficio por acción frente al aumento del 3,5% previsto por BBVA. "En general, no creemos que sea el momento adecuado para completar la transacción", se decantan, aún reconociendo que "el fundamento estratégico detrás de la fusión".
La cotización de BBVA sufrió ayer un ajuste del 2,54%
BBVA después de que Exane BNP Paribas redujese su recomendación de 'neutral' a 'vender' al creer que el margen de intereses en México ha tocado su pico. A Sabadell, cuya cotización cayó un 2,17%, le subió el precio objetivo de 1,75 a 2 euros y mejoró la previsión de beneficios un 7% para 2025 y el 10% para 2026.