
La manera en la que la banca concede y gestiona el crédito se mantiene como una prioridad clave en los organismos supervisores, aunque hoy no atisben riesgos, para evitar repeticiones de los problemas del pasado. "Estamos tremendamente vigilantes" y "en ningún caso vamos a permitir que haya suavización en los criterios de concesión", advierte Mercedes Olano, directora general de Supervisión del Banco de España.
El aviso, formulado en el marco de la presentación del informe de Supervisión del organismo, implica que escrutará la gestión de las entidades para evitar la tentación de relajar el acceso a la financiación con el objetivo último de enderezar un negocio que ha sufrido descensos con la subida de tipos.
Entre los criterios de concesión figuran la capacidad de repago del deudor, en función de ingresos, la proporción de renta que se llevaría la cuota de amortización y la exigencia o no de garantías y avales para prestarle.
El crédito es el primer riesgo para el sistema financiero europeo en la medida que las entidades europeas, en general, tienen un modelo de negocio de banca comercial centrado en la financiación. Entre las actuaciones de supervisión desplegadas el año pasado, el organismo efectuó precisamente una revisión sobre los activos residenciales en el marco de una campaña lanzada a escala europea con la misma metodología para detectar y, en su caso, corregir debilidades.
A diferencia de la banca europea, las entidades españolas analizadas no presentaron vulnerabilidades en la valoración de los colaterales, pero sí en la forma de concesión del crédito y en la manera de establecer las adecuadas provisiones, como se detectó en el conjunto de Europa. Olano precisó que, sin embargo, los desfases encontrados fueron "no significativos".
El foco se puso sobre el sector inmobiliario comercial que se ocupa de la adquisición, financiación, construcción, promoción y gestión de inmuebles en los que se desarrollan actividades económicas. Son locales para usos comerciales como tiendas o establecimientos de hostelería, oficinas y naves industriales, que puede presentar fases de sobrevaloración o infravaloración según los ciclos.
En el caso de España, el peso del crédito inmobiliario para estos activos supone cerca del 4% del crédito total, muy inferior al más del 6% que alcanza en el sector financiero europeo, detalla el Banco de España.
"Veo difícil que haya un contagio del real estate en España", indicó Olano por las adecuadas valoraciones y la alta concentración en hoteles, que no debería presentar problemas gracias al flujo del turismo. "El único riesgo que vería sería que todo el mundo teletrabajara o que todas las tiendas y comercios dejaran de tener puntos de venta en la calle", apuntó, precisando que no es un escenario que se contemple.
Conflicto en Israel
Entre las actuaciones de supervisión el organismo ha analizado las potenciales vulnerabilidades de las entidades al ataque de Irán a Israel, sin encontrar problemas. Su escrutinio ha revisado las cadenas de subcontrataciones de plataformas y servicios tecnológicos, bajando "hasta 10 grados" en esos eslabones y "no hay subcontrataciones israelíes", asegura.
El Banco de España profundizó el año pasado también en el modelo de supervisión que preventiva para conocer si los bancos están desarrollando un modelo de banca responsable y "si está estableciendo relaciones adecuadas con los clientes".
Para valorar de manera temprana los controles que existen sobre toda esta actividad de la relación con los clientes, detectó fragilidades en algunas entidades en la manera de informar al cliente e, incluso, en su labor de formarle para que tome decisiones de forma adecuada. En las entidades que ha encontrado dichos déficits les ha realizado una serie de recomendaciones como reforzar la formación del personal en sucursal para que ayuden a los clientes a contratar los productos de manera responsable.