
La siniestralidad en las carreteras interurbanas españolas se cifró en 3.884 millones de euros en 2023, debido a los datos provisionales ofrecidos por la Dirección General de Tráfico (DGT) de fallecidos (1.145) y heridos hospitalizados (4.495). Este cálculo está obtenido de la estimación de una vida en 1,9 millones y de una lesión no mortal en 354.630 euros, de acuerdo con la valoración monetaria realizada por un estudio de la Universidad de Murcia en colaboración con Sigma Dos.
Este coste es similar al del año anterior, debido a que las cifras de fallecimientos en vías interurbanas están estancadas. En 2022, los muertos fueron apenas tres más que el año anterior, aunque sí que hubo casi 500 heridos menos (4.008), según la DGT.
Sin embargo, los expertos creen que esta cifra podría disminuir considerablemente si se realizan inversiones para atajar el problema. Según un estudio realizado por Fundación Mapfre junto a la Asociación Española de la Carretera (AEC), el desembolso de unos 1.800 millones de euros destinados a mejorar las condiciones de las carreteras secundarias nacionales podría salvar 300 vidas al año y evitar la hospitalización de otras 800 personas. Esto supone un coste de 870,4 millones de euros, de acuerdo con la estimación del estudio de la Universidad de Murcia y Sigma Dos mencionado anteriormente.
Por lo tanto, la implementación de esas mejoras tendría un retorno en apenas dos años en el escenario más optimista que aporta el estudio, aumentándose a cuatro años en un caso más conservador. "Se trata de una inversión que puede parecer elevada, pero que lleva asociado un retorno socioeconómico incuestionable en un plazo de tiempo muy corto" afirma Jesús Monclús, director de Prevención y Seguridad Vial de Fundación Mapfre, que aseguran que reducir el número de víctimas a cero "no es realista, y menos sin una inversión que al menos suponga la reducción de cientos de tragedias".
El acto fue abierto por Pere Navarro, director general de la DGT, que expresó que las exigencias de la Unión Europea de reducir los fallecimientos en carretera un 50% eran "demasiado complejas para no dar ninguna instrucción para ello". Por eso, desde Fundación Mapfre justifican la necesidad de este estudio, ya que se centra en el foco principal de fallecimientos en la carretera: las vías secundarias. Porque a pesar de que las carreteras de alta capacidad soporten la mayor parte del tráfico (65% del total), actualmente, alrededor del 50% de fallecidos se suceden en vías interurbanas de doble sentido, que además, son el 89% de los kilómetros de red viaria en España. En concreto, según la DGT, el pasado año, 849 personas murieron en vías convencionales, 21 personas más que en 2022, mientras que en autovías los fallecidos disminuyeron hasta 296, 24 personas menos.
Motivos de siniestros
Según informa el estudio, la salida de vía es el siniestro que más muertes registra en las carreteras españolas, con un total de 486 personas. Esto es un 42% del total, siendo más frecuente la salida por el lado derecho que por el izquierdo. Seguido a esto, los choques fronto-laterales en intersecciones y fuera de ellas son el segundo suceso más común, aunque se redujeron los fallecidos un 9% respecto a 2022. Por último, los atropellos a peatones suponen el 7% de la mortalidad en las carreteras.
Por otro lado, la cifra de ciclistas fallecidos se ha mantenido estable en la última década, siempre rondando los 40 muertos al año. Los motoristas, sin embargo, son el grupo que más ha aumentado tanto el número de siniestros como de fallecimientos, llegando a los 299 en 2023, 45 más que el año anterior (19% más).
Para todos estos casos, el estudio de Fundación Mapfre y AEC propone una serie de mejoras mediante inversiones estatales y autonómicas para cumplir esas 300 vidas salvadas anualmente. Para los motoristas, por ejemplo, se propone la instalación de barreras de seguridad que reducirían hasta el 47% de las lesiones en carreteras secundarias. Otras medidas destacadas son las guías sonoras longitudinales, los captafaros reflectantes o el uso de pavimento antideslizante en curvas o intersecciones.
Para los más vulnerables, la iluminación es clave para reducir hasta en un 60% los atropellos a peatones, además de la incorporación de sendas peatonales. Para los ciclistas, de igual manera, reforzar la señalización de sus vías y construirla en un entorno seguro también aminorarían los fallecimientos.
Asimismo, Juan Pedro Fernández Palomino, Director General de Carreteras del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, expresó que la financiación de vías secundarias "no está en los objetivos de inversión autonómica y municipal a pesar de constituir el grueso de fallecimientos en carreteras".
El papel del seguro en la seguridad vial
La antigüedad del parque automovilístico también es otro de los factores clave en la siniestralidad. "Un coche de cuatro años o menos reduce la siniestralidad a la mitad respecto a uno antiguo, como los que están en la media de edad del parque (cercana a los 15 años)", explica Monclús. Por ello, desde Mapfre apoyan a los conductores que renueven su vehículo con una reducción en la tarifa si el coche dispone de los sistemas de ayudas a la conducción (ADAs) y un seguro diseñado para coches eléctricos.
También, para aquellos conductores que tengan un buen comportamiento al volante, el sistema de Mapfre contempla una renovación de la póliza en función de la siniestralidad.