
Las declaraciones de la ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, que habló de obligar a todos los nuevos colegiados a cotizar en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (Reta) a partir de 2027, ha indignado a la Mutualidad, puesto que prácticamente un tercio de su negocio proviene de ahí. Su presidente, Enrique Sanz Fernández-Lomana, asume decisiones como la "pasarela" que facilita a los abogados que cotizaban obligatoriamente en la Mutualidad pasar de manera voluntaria al Reta, pero rechaza una imposición total. El directivo defiende así la eficiencia de un sistema que ha dado rentabilidades de hasta el 4% "cuando el resto de fondos de ahorro perdían".
A raíz de las declaraciones de Saiz ¿cómo se presenta esta situación para su entidad? ¿Supondrá el fin de las mutualidades?
Es una incógnita. Estamos dispuestos a colaborar con "la pasarela" para aquellos que no tuvieron la dualidad antes de 1996, así como del incremento de las aportaciones. Pero lo que esperamos que no se consume es la posibilidad de elegir dónde cotizar. A día de hoy tenemos unos 60.000 mutualistas alternativos por cuenta propia, es decir, el equivalente al 30% del negocio, por lo que ni mucho menos será el final de la Mutualidad porque la gestión alternativa es mucho más grande y, además, ese 30% se extinguirá muy progresivamente, no se corta de golpe.
¿Ofrece el Reta mejor rentabilidad y seguridad que la Mutualidad?
Cada sistema emplea un modelo diferente. Nosotros nos basamos en un sistema de capitalización individual con intereses compuestos, lo que nos permite retornos, incluso, por encima del Reta, pero para ello hay que ser consciente de lo que supone el ahorro individual en cuanto a exigencias se refiere. Además, con el Reta hay unas condiciones y expectativas que no sabemos si se van a cumplir sin haberse aprobado los presupuestos. En Mutualidad, lo que sí podemos ofrecer es esa certidumbre y flexibilidad.
Del encuentro con la ministra, ¿qué esperan obtener? ¿Cuáles son sus propuestas?
Lo primero, conocer sus propuestas, ya que las ha anunciado a medias, sin detalles ni en qué se sustentan esas decisiones. Y, en segundo lugar, queremos hacerle ver que terminar con la alternatividad no es eficiente. Coincidí con la ministra en un desayuno, donde ella dijo que, como abogada, eligió cotizar al Reta. Lo que le diría es que, si ella pudo optar por el sistema público, completamente legítimo ¿por qué el resto no va a poder hacerlo?
Al final este revuelo proviene de unas retribuciones esperadas que no se han cumplido ¿Cómo es posible que se produjese ese "fallo de cálculo" de tantos abogados
En 2005 sí que hablamos de la prestación de 600 euros –como hablábamos de las 100.000 pesetas–, pero no podíamos garantizarlo porque dependía de las aportaciones y del aumento de la esperanza de vida además de la posterior bajada de tipos. Fue en ese mismo año cuando cambiamos el sistema colectivo al individual, informando a todos los mutualistas por diferentes vías además de someternos a auditorías para comprobar si esto iba a ser factible. Fuimos totalmente permeables, incluso cuando se aprobó el paso se dio la oportunidad a permanecer en el anterior.
En 2018 también informamos del capital de cada mutualista, de lo que iban a recibir en su jubilación en tres escenarios posibles. El problema viene de gente que le llegaba la carta avisándole de cambios y la rompía o no leía los emails. Ya avisamos cuando quisimos subir las cuotas y tuvimos 40.000 negativas: si se aporta poco, obviamente también se recibirá menos en el futuro.
Con la situación actual, ¿qué soluciones plantean?
Ya hemos mejorado las prestaciones de salud, creado la incapacidad total, implementado bajas por salud mental y queremos poner en marcha un seguro de cese de actividad. Estas medidas pasarán por la asamblea general para que sean ratificadas. También apoyamos a los mutualistas afectados con la huelga de la Justicia, abrimos una línea de ayudas de préstamos sin interés y pusimos en marcha ayudas de un millón de euros para aquellos que no llegasen a la pensión mínima. Por coberturas no será, pero tampoco tenemos excesiva demanda.
A destacar el Plan 70.000, en el que se buscaba persuadir de aumentar las aportaciones para disponer de un mayor capital de jubilación. En cuanto a la pasarela, nosotros no tenemos competencias para el cálculo de la cotización equivalente en el Reta, eso tiene que establecerlo la Seguridad Social.
¿Qué objetivos tienen para 2024?
Esperamos seguir subiendo la rentabilidad. Pasamos del 3% del 2023 a un 3,3% en este momento. En cuanto a ingresos por primas, esperamos un ascenso del 2% o el 3% y la solvencia dependerá de los tipos, pero estamos en más del doble de lo recomendado por el regulador, por lo que estamos tranquilos.
¿La bajada de tipos les permitirán mantener el margen para ser competitivos frente a los depósitos?
Incluso más. En la medida que bajen los tipos de interés, somos mucho más competitivos. La rentabilidad de nuestra cartera es bastante inmovilista, ya que se basa inversiones de renta fija, en inmuebles... Este año es cierto que hemos tenido mucha competencia con el Tesoro al 3,5%, ya que nunca vamos a dar rentabilidades de dos dígitos, pero tampoco vamos a perder. Prueba de ello es que en 2022, cuando todos los planes de ahorro perdían, nosotros ofrecíamos una rentabilidad neta del 4,17%.
La inversión en bonos soberanos ¿Cómo se encuentra?
Más o menos tenemos el 70% en renta fija. De ese 70%, un 60% son en bonos soberanos de España y otros países como Italia o Alemania. El otro 40% están en bonos privados de compañías de primer nivel como El Corte Inglés. CaixaBank, Sabadell, Repsol, Telefónica... tenemos hasta 200 emisores.