El próximo mes de septiembre empezarán a funcionar las primeras oficinas bancarias móviles subvencionadas por la Generalitat para llevar los servicios financieros a los 503 municipios catalanes que actualmente no disponen de ninguna sucursal y que suman 307.553 habitantes.
La iniciativa, que tiene una duración de dos años -prorrogables dos más- y debe estar completamente en marcha en un plazo de nueve meses, irá a cargo de CaixaBank y de Caja de Ingenieros, que son las dos únicas entidades que se presentaron al concurso público. La primera para el total de cinco lotes en que se repartió el territorio a cubrir (las 503 localidades mencionadas), y la segunda en tres de ellos (con 313 municipios).
En los municipios donde coincidan ambas entidades, llegará una oficina móvil cada 15 días, mientras que donde solo ofrecerá el servicio de CaixaBank, la periodicidad será de una visita al mes.
Se trata así de una oferta muy limitada, con una estancia mínima de 30 minutos en los municipios más pequeños y de una hora en los de más de 250 habitantes. El objetivo principal es evitar la exclusión financiera de las personas que tienen la movilidad reducida, como los ancianos.
Se prevé que las entidades podrán visitar entre 3 y 6 pueblos por jornada laboral, con horario de 8 a 17 horas, con una hora de pausa para comer, excepto los viernes, que se hará de 8 a 15 horas. En el período que va del 23 de mayo al 30 de septiembre, el servicio será de 8 a 15 horas de lunes a viernes.
El contrato se ha adjudicado por un importe de 990.920 euros anuales, si bien el Govern incide en que el coste del servicio será compartido por la Generalitat y las entidades adjudicatarias.
Además, los ayuntamientos tendrán un papel activo en la implementación del servicio de oficina bancaria móvil, ya que deberán determinar la ubicación, garantizar un punto de toma de corriente, hacer difusión del servicio, recoger las incidencias que se produzcan y trasladarlas a los responsables y elaborar un informe anual con valoración de calidad.
Las oficinas bancarias móviles permitirán a los clientes realizar todos los servicios propios de una oficina bancaria: retirar e ingresar dinero en efectivo, domiciliar el pago de los recibos y los tributos a las cuentas bancarias; consultar movimientos y saldo y obtener extractos de cuentas bancarias, entre otros. Además, también prestarán una atención personalizada en la gestión tanto de las cuentas como de otros productos bancarios y financieros de activo, pasivo y de intermediación.
En 14 años, Cataluña ha perdido un total de 5.961 oficinas bancarias. Según datos del Banco de España, ha pasado de tener 8.155 oficinas en 2008 a 2.194 en 2022. Se trata de una tendencia generalizada en toda Europa que, en el caso de Cataluña, ha sido más intensa: mientras que el número de oficinas ha caído 41% en la Unión Europea y un 58% en toda España, en Cataluña el descenso ha sido del 73%.