
BBVA, como el conjunto de la banca, cuestiona de raíz el impuestazo, pero al tener que soportarlo aboga por poder amortiguar su impacto o ajustarlo como ocurrirá con el tributo energético que permitirá a las compañías del sector deducir sus inversiones. El presidente de BBVA, Carlos Torres, consideró este martes que "tendría sentido" que las inversiones que la banca realice "se dedujeran" fiscalmente en un sentido parecido en materias claves para empujar las grandes transformaciones de la economía como será la sostenibilidad y digitalización.
Su reflexión la compartió a preguntas específicas sobre la dispar situación con el sector energético, que también soporta un tributo extraordinario como la banca, durante la presentación de resultados de BBVA. El beneficio de la entidad creció un 26,1% el pasado año y alcanzó un récord de 8.109 millones de euros, y el banquero aseguró que durante 2024 batirá de nuevo ambos parámetros irán, incluso, a más pese a las expectativas de rebajas de tipos de interés.
En opinión de Torres, el impuesto es una "medida contraproducente para la economía que necesita inversiones". "Los bancos jugamos un papel muy importante de canalizar el ahorro hacia la inversión productiva y por eso hemos defendido desde el principio que no tenía sentido el impuesto y seguimos defendiendo esa tesis", manifestó.
BBVA destinó 215 millones al pago del tributo el pasado año y aún así logró en España un récord de beneficio de 2.755 millones, un 65% más; mientras que México elevó la cuenta un 17%, hasta 5.340 millones, y en Turquía el resultado se amplió un 5% en el año, hasta 528 millones. Para 2024 su estimación es que pagará 285 millones por la tasa extraordinaria.
Torres avisó de que el tributo drena recursos y acabará pasando factura al crédito de perpetuarse, aunque en 2023 reconoció que el volumen financiado del sector cayó un 3% en España (el 2% en BBVA) por la falta de demanda. No quiso elucubrar sobre si los recursos hubiesen ido, en su defecto, a mejorar la remuneración del inversor aunque de manera indirecta sí explicó que la entidad destina el 50% de su beneficio por partidas iguales de 4.000 millones de euros a pagar impuestos, una cifra igual a remunerar al accionista y otra a reforzar el balance para prestar a clientes.
"Lo que tenemos que hacer en el país es formentar las inversiones. Y las inversiones hay que financizarlas", insistió, destacando que la banca juega ahí un papel vitar en la medida que el mercado de capitales no está tan desarrollado como en otros países. "La verdad es que la financión de la economia la llevamos a cabo los bancos. Somos esenciales para la formación bruta de capital fijo", elaboró. Expuso que la banca es esencial para la agenda estratégica del país en materias como la descarbonización, la transformación digital o social. "Tiene poco sentido el impuesto y las inversiones que realizamos en estos campos tendría sentido que se dedujesen", detalló.
En el sector se aspira a lograr esas deducciones a través, por ejemplo, de los activos fiscales diferidos (DTAs) y Torres estimó que otra buena fórmula sería la italiana de considerarlo a efectos de solvencia.
"Más allá del impuesto, lo que tenemos que hacer en nuestro país es fomentar las inversiones que conducen a una mayor productividad de la economía", apostó.
Precisamente el impuesto extraordinario sería una de las materias que ha estado sobre la mesa en las reuniones que los banqueros han mantenido con el ministro de Economía, Carlos Cuerpo. Torres aseguró que la relación con el ministerio y ministros de Economía ha sido siempre "buena" y lo sigue siendo y enmarcó la cita "en la normalidad" y en el "diálogo que ha venido siendo habitual y continua siendo habitual" con las entidades financieras.
Participación en Telefónica
En alusión a Telefónica, Torres aseguró que en BBVA se encuentran "cómodos" con la participación actual en teleco y no prevén cambios, sin querer entrar a valorar la estrategia del Gobierno de toma de posición a través de Sepi tras la entrada de STC en el capital de la compañía.
El banquero atribuyó a un malentenido que se haya trasladado la idea de que BBVA haya abierto la puerta a desinvertir porque la clasificación contable de la inversión está etiquetada como "financiera" por razones del lenguaje contable. "Desde hace mucho tiempo tenemos como participación financiera y no ha habido ningún cambio", agregó. "Estamos cómodos con la participación que tenemos y que lleva teniendo el banco casi dos décadas", zanjó marcando distancias con lo que el Gobierno pueda hacer para reforzar la cuota de Sepi, ya que podría adquirir acciones libremente en bolsa.
Sin embargo, en términos generales valoró la entrada de STC. "Que haya interés inversor es bueno, es bueno para nosotros que somos inversores e ilustra el potencial que tiene (Telefónica) y en el que venimos creyendo desde hace años", apuntó.