Unicaja acelera la "limpieza" de balance con un inversor conocido. La entidad financiera transfiere a Cerberus una nueva cartera de inmuebles improductivos o REOS (activos adjudicados) con un valor nominal superior a los 100 millones de euros de la mano de GBS Finance, según fuentes del mercado.
El bautizado como Proyecto Centauro equivale a un 5,89% de los 1.698 millones en inmuebles adjudicados que la entidad mantenía en balance a finales de junio después de haber reducido este tipo de activos un 12,67% en apenas doce meses -los créditos dudosos suman otros 1.921 millones, con la morosidad contenida en el 3,6% y una hucha de provisiones que cubría al 65,8% dichas exposiciones-.
350 millones en 'ladrillo'
Se trata de la cuarta gran transacción de estas características que cierra Unicaja en año y medio. Con Centauro y los proyectos Pegaso, Fénix y Leónidas, roza los 350 millones desinvertidos en la cartera inmobiliaria problemática y en todos estos porfolios se ha asistido con el asesoramiento de la unidad Special Situations Group de GBS Finance.
Unicaja despedía, precisamente, el ejercicio pasado con una operación similar por un valor nominal superior a los 200 millones transferida también a Cerberus y Deutshe Finance.
La transacción cobraba un valor extra en la relación con el fondo al haberse ejecutado después de que Unicaja extinguiese la alianza con su antiguo servicer Haya Real Estate, incorporada al grupo bancario por Liberbank con la fusión. La ruptura provocó un choque de trenes con el antiguo servicer de Cerberus, vendido a Intrum, porque juzgó insuficiente la compensación satisfecha.
Cerberus es un inversor recurrente en activos de Unicaja. En 2019, por ejemplo, logró otro porfolio con un valor nominal de alrededor de 1.000 millones. La transacción, que Cerberus se adjudicó junto al fondo Davidson Kempner, incorporaba inmuebles e hipotecas reestructuradas al corriente de pago.
El banco ahora liderado por Isidro Rubiales puso hace años el saneamiento del balance entre los objetivos prioritarios y con enfásis especial desde que completó la fusión con Liberbank en 2021.
En la ruptura con Haya apostó por gestionarlo internamente con los propios servicios originarios de la entidad malagueña, aunque en los últimos meses ha apresurado la colocación de porfolios y está preparando más carteras de financiación improductiva sin garantía (NPLs) y REOs para los próximos meses.
Desde el ejercicio 2015, el banco ha desaguado exposiciones por más de 3.000 millones de euros a través de diferentes transacciones. Gran parte se han ejecutado en apenas dos años. Axactor y AnaCap han sido otros de los inversores adjudicatarios de sus carteras.
Bajar los activos tóxicos al 4%
La hoja de ruta elaborada para el periodo 2022-2024 pone el acento en situar la rentabilidad por encima del 8%. Su retorno sobre fondos propios tangibles (RoTE) ascendió en junio al 7% desde un 5,6% un año atrás. La reducción de costes y desembarazarse de activos tóxicos son claves en esa ambición. Para 2024 quiere reportar una tasa de activos improductivos inferior al 4% frente al 7,3% que presentaba en 2021.
1.698 millones de euros
Es la exposición bruta de activos inmobiliarios adjudicados que mantenía el banco al cierre de junio pasado: 258 millones en viviendas en construcción, 445 millones en vivienda terminada, 802 millones en suelo, fincas rústicas y otros terrenos, y 193 millones en oficinas, locales y otros activos. Para darles salida tiene una hucha que cubre al 64,9% su valor, lo que facilita el desagüe sin encajar quebrantos.