Las lluvias torrenciales, Danas, la borrasca Filomena y hasta la erupción de un volcán. En los últimos años se han incrementado notablemente los fenómenos meteorológicos y con ellos los daños materiales y personales que causan y que tienen que asumir las aseguradoras.
En los últimos seis años el seguro ha tenido que hacer frente a pagos por valor de más de 4.341 millones de euros por siniestros meteorológicos en el seguro multirriesgo, según datos que recoge Unespa, la patronal del sector, en la Memoria Social del Seguro. La mayor parte de ellos, el 62% se produjeron en los hogares, seguidos de la industria, donde representaron el 28,15%.
Son riesgos que han ido a más con el cambio climático, frente a una ocurrencia inusual hace no muchos años. El Consorcio de Compensación de Seguros mitigaba, además, parte de la ocurrencia porque es el organismo que se ocupa de los denominados riesgos "catastróficos" provocados por fenómenos de la naturaleza. Entre otros, se hace cargo de inundaciones extraordinarias, terremotos, maremotos, erupciones volcánicas, tempestad ciclónica atípica y/o caída de cuerpos siderales y aerolitos. Sin embargo, deja fuera de su paraguas situaciones como la histórica nevada que cubrió España, con costes millonarios para el seguro.
Según recoge el informe de Unespa, en 2021 el Consorcio solo se hizo cargo del 30% de los incidencias climáticas frente al 70% que asumió el sector. Una cifra que se ha mantenido bastante estable en los últimos años. A excepción de 2019, los cargos que han recaído sobre el organismo público no han sobrepasado el 30% (ver gráfico). Sin embargo, el año previo a la pandemia el reparto prácticamente se hizo al 50%.
El sector lleva tiempo reclamando que el Consorcio se haga cargo de más daños provocados por catástrofes naturales porque, por ejemplo, no cubre los desperfectos provocados de forma directa por la nieve o el hielo. Esto significa que no se hizo cargo de las damnificaciones provocadas por la borrasca Filomena, que costó 160,25 millones al sector.

Las aseguradoras reclaman que se amplíe la definición de las coberturas del Consorcio. "El Consorcio de Compensación de Seguros protege frente a eventos de carácter extraordinario a los tomadores de seguro con póliza en vigor y con el recibo al corriente de pago, frente a las siguientes circunstancias: Inundaciones extraordinarias, desbordamiento de cauces de ríos, terremotos, maremotos, erupciones volcánicas, tempestades ciclónicas atípicas (también conocidas como Dana) y caída de cuerpos siderales y aerolitos", explica Israel Camacho, manager en el área de Corporate de Marsh España.
Más papel del Consorcio
Pese a que el sector reclama que el Consorcio asuma un papel más protagonista en los daños climáticos, Unespa explica que su función es asumir aquellos catalogados como catastróficos y ponen como ejemplo 2019. "El seguro privado asume en su propia siniestralidad entre el 70 y el 75% de las prestaciones totales climáticas pagadas a asegurados. Estos datos son compatibles con el hecho de que la función del Consorcio no es asumir la siniestralidad climática, sino aquella de carácter catastrófico. Por la experiencia de 2019 puede verse que la producción de ejercicios con una siniestralidad especialmente elevada o catastrófica hace aumentar la presencia del Consorcio en las indemnización climática", matiza la patronal.