
Margarita Delgado, subgobernadora del Banco de España, ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad tras los golpes de Silicon Valley Bank (SVB) en Estados Unidos y Credit Suisse que se han sucedido en las últimas horas. "Los bancos europeos y los españoles en particular, están positivamente posicionados ante subidas de tipos de interés dado que la repreciación del activo es superior y más rápida que la del pasivo", ha señalado en su comparecencia con motivo de la presentación del informe elaborado por PwC sobre la Unión Bancaria. Pese a ello, ha pedido reforzar el marco de gobernanza de las entidades ya que "no es posible evitar al completo la existencia de casos inesperados".
Delgado ha apuntado que los recientes eventos han puesto el foco de atención en la necesidad de una adecuada gestión bancaria, y unos fuertes marcos de supervisión, regulación y resolución. En este sentido ha señalado que "la exposición de nuestras entidades a Credit Suisse es mínima, realmente residual", mientras que "una crisis como la del SVB no sería probable en nuestro continente".
En su discurso, la subgobernadora del Banco de España apuntó a que el modelo de negocio de SVB "no es asimilable al de la banca europea". Se trata de un banco nicho, con un crecimiento muy rápido por el lado del pasivo y con un volumen muy concentrado tanto por el lado de pasivo (relativamente pocos depositantes, principalmente empresas, con importes por encima de la cantidad garantizada), como por el lado del activo (elevada inversión en renta fija principalmente a muy largo plazo, más afectada y peor posicionada ante las subidas de tipos de interés), ha señalado.
En Europa y en España los requisitos de liquidez exigibles son de aplicación a toda la banca con independencia de su tamaño, sin excepción, al contrario de lo que ocurre en Estados Unidos, donde la normativa es más laxa para los bancos regionales, como es el caso de SVB. La media de la ratio de liquidez a corto plazo, LCR, en Europa es del 165%, en España del 184% y en EEUU, de los bancos que los calculan que son muy pocos, del 118%. A esto hay que añadir que la calidad de los activos líquidos que sirven para cumplir dicha ratio es muy elevada, siendo en su mayoría efectivo y reservas en bancos centrales.