
Ibercaja obtuvo un beneficio neto de 202 millones de euros durante el pasado ejercicio, lo que supone un aumento interanual del 34% apoyado en la expansión del negocio e ingresos y la contención de los costes. Con esta evolución, la rentabilidad sobre capital tangible (ROTE) ascendió al 7,6%, superior al 5,7% del año previo, y "avanzando hacia el objetivo de medio plazo de la entidad del 9%", explicó el banco.
El resultado ha permitido al banco además continuar construyendo el fondo de reserva abierto por la Fundación Bancaria Ibercaja para no tener que forzar la salida a bolsa este año y que ya tiene construido en un 49% (con 155 millones de euros). El banco detalló completará su cobertura en los próximos meses y recordó que dispone de plazo para llegar al 100% hasta finales de 2025. Su rápida construcción es gracias a que mantiene un pay out del 60%.
De la cuenta, la entidad destacó que los ingresos recurrentes crecen un 7%, hasta los 996 millones, mientras que los gastos recurrentes se redujeron un 4,3% a pesar del entorno de inflación, gracias al efecto de ahorros provocado con el último Expediente de Regulación de Empleo (ERE) aplicado en 2021 y 2022.
En los ratios de calidad y fortaleza de balance, el capital más exigente regulatorio CET1 fully loaded se situó en el 12,4% frente a su objetivo del 12,5% que fija el plan estratégico trianual a medio plazo, y la morosidad bajó del 2,32 al 1,6% en el año, situándose 196 puntos básicos por debajo de la media del sector. Cuenta además con hucha en provisiones que cubre el 90,0% de los activos deteriorados, cuando en 2021 la tasa era del 75,3%.
La mejora del resultado se sustenta en la favorable actividad comercial. En préstamos, aumentó un 10,4% las formalizaciones, con 5.988 millones, y subrayó que el 53% se concentraron en sus zonas de expansión en Madrid y Arco Mediterráneo. En empresas, el avance de la financiación fue del 6,4%, y del 41,2% en nuevas hipotecas.
En recursos de clientes sufrió, en cambio, un descenso del 1,6%, hasta los 69.016 millones de euros, por el "impacto que la evolución negativa de los mercados de capitales ha tenido en la valoración de fondos de inversión, planes de pensiones y seguros de ahorro". Sin este efecto, crecería un 2,4% en el año.