
El FC Barcelona plantea cambiar su plan para pagar el nuevo Camp Nou. En pleno caso Negreira, la compañía trata de acelerar los plazos para cerrar la financiación del Espai Barça, aunque ello le suponga tener que afrontar un sobreprecio. Los 1.500 millones de presupuesto no varían, pero sí puede hacerlo la manera de afrontarlos y los intereses a los que habrá que hacer frente. El conjunto azulgrana trabaja en un plan B y estudia cambios en la estructura original: pasar de tres emisiones de bonos a cinco emisiones de bonos y un crédito con la banca. El viraje le ha valido la reprimenda de KBRA, la agencia que evalúa la calidad de la deuda, que ha rebajado la nota del proyecto de BBB+ a BBB.
Según la documentación a la que ha tenido acceso elEconomista.es, el conjunto azulgrana ha abierto la posibilidad de financiar el nuevo estadio con cinco emisiones de bonos, repartidas de la siguiente manera: 100 millones a pagar en 2028, 250 millones a pagar en 2030, 350 millones a pagar en 2032, 400 millones a pagar de manera periódica hasta 2044 y otros 200 millones a repartir en diferentes pagos hasta 2047. Para alcanzar los 1.500 millones necesarios, la entidad presidida por Joan Laporta recurrirá a un crédito de 200 millones con la banca que deberá devolver también en 2028.
La estructura choca con la intención inicial, que preveía solamente tres emisiones: una que vencía en junio de 2032 y debía pagarse de manera íntegra entonces, una segunda emisión que terminaba en junio de 2045 a través de diferentes pagos y una tercera que terminaba en 2052 y por la que el club solo debía pagar intereses hasta 2045 y a partir de esa fecha devolver el principal.
Con la nueva estructura, el Barça debería pagar hasta 900 millones en nueve años
Aunque en la intranet de KBRA la nueva estructura ha sustituido a la anterior y la agencia sostiene que la nueva calificación "enmienda" la anterior, el Barça sostiene que todavía no ha tomado una decisión definitiva y está explorando sus posibilidades. Se da de tiempo hasta el 31 de marzo para definir la financiación.
Con el cambio, por ejemplo, el FC Barcelona debería pagar hasta 900 millones de euros en solo nueve años, entre 2023 y 2032, algo que se antoja inasumible visto que el conjunto azulgrana jugará sus partidos como local en el Estadi Olímpic -con la consecuente merma de ingresos- como mínimo hasta noviembre de 2024, según el club, o febrero de 2025, según KBRA.
Sobre el papel, la generación de ingresos que superen los 100,4 millones es la vía que tiene el club para devolver el pasivo; un superávit que sería de hasta 246 millones, según las estimaciones de Legends, la firma que asesora al club, una vez el estadio esté a pleno rendimiento. No sucederá hasta, como pronto, verano de 2026.
JP Morgan y Goldman Sachs son los encargados de cerrar la financiación
La agencia de calificación no cree que el Barcelona pueda hacer frente al nuevo calendario de pagos. Según Kroll, habría que refinanciar los vencimientos de 2028, 2030 y 2032, lo que incrementará el interés de la deuda. Además, el préstamo bancario no tendrá cobertura "exponiendo el proyecto a más intereses".
Aunque es complicado definir el interés al que se pagará la deuda –es posible incluso que los diferentes acreedores cuenten con tipos diferentes al ser acuerdos privados-, la agencia asume que el interés de la deuda aumentará en 200 puntos básicos.
Por todo ello, la firma ha decidido rebajar la nota del proyecto un grado con la nueva estructura para que pase de BBB+ a BBB.
La entidad trata no obstante de rebajar las tasas y contrató a JP Morgan para la búsqueda de inversores, un trabajo hasta el momento encomendado a Goldman Sachs. Como ya avanzó este medio, entre los interesados para comprar la deuda están las estadounidenses Apollo, Pricoa Private Capital y Voya Financial y las aseguradoras Metlife, New York Life y Barings.
Mientras, las entidades que más contactos mantuvieron con el club en los últimos meses fueron Caixabank y Banc Sabadell.
El FC Barcelona creará un fondo de titulización para pagar la deuda
La organización catalana tiene en mente crear un fondo de titulización, que será el tenedor de la deuda. El club montará un vehículo que podrá generar hasta 246 millones anuales con los que pagar a los acreedores. No todos necesariamente irán a manos de los inversores. La facturación total de la infraestructura por temporada será de 346 millones, pero los primeros 100 millones de euros de ingresos generados por el estadio quedarán fuera del alcance de los bonistas.
Legends calcula que, una vez a pleno rendimiento, el nuevo Camp Nou reportará 50,2 millones procedentes de los abonados, 73,8 millones con la venta de entradas, 79,7 millones del museo y los tours, 18,8 millones de ingresos 'extra', 76,5 millones de palcos VIP y 47,2 millones de patrocinadores. En total, la facturación será de 346,5 millones de euros por temporada.