
El rendimiento de la cartera hipotecaria se ha multiplicado por más de dos en el último año hasta umbrales desconocidos desde el ejercicio 2013. Conforme a estadísticas del Banco de España, el tipo de interés de la financiación total concedida a clientes para la adquisición de inmuebles escaló en el año desde el 1,50% al 3,12% en su referencia TEDR, que es la que mejor refleja la traslación al negocio de las decisiones en política monetaria por no incluir las comisiones asociadas a las operaciones como sí hace la TAE.
El ensanchamiento del margen o interés en la globalidad de la cartera va de la mano de las nuevas concesiones a precios más altos y, sobre todo, de la repreciación del stock financiado a tipo variable, proceso que tarda en completarse un ejercicio completo desde que el euríbor toca techo. En la situación actual, los expertos esperan que el indicador alcance el pico dentro del actual ejercicio y pliegue parte de su escalada a lo largo de 2024, aunque el mercado descuenta que seguirá instalado en el 2,5%-3% durante varios años. Una situación que, según fuentes financieras, hace prever que el tipo de interés en el stock total financiado tardará en alcanzar el máximo de este ciclo en el plazo de un año, pudiendo superar para entonces el 3,5%-4% que no se ve desde la crisis financiera.
Crisis financiera
A pesar del incremento, el interés dista del euríbor que en su tasa diaria escaló ayer al 3,576% y eleva la media del mes de febrero al 3,467% en los doce días que ha cotizado frente al suelo del -0,502% con el que cerraba 2021 antes de que el Banco Central Europeo (BCE) comenzase con las subidas de tipos. El organismo situó el precio del dinero en la eurozona en el 3% en la reunión de febrero y el mercado descuenta una o dos subidas adicionales de 50 puntos básicos.
Su trayectoria la siguen los productos y la repreciación de carteras, incluso, con anticipación. La TAE en hipotecas de nueva concesión rebotó el pasado año desde el 1,50% al 3,12% y, según el Banco de España, las entidades están retardando la repercusión en financiación de la escalada de tipos por la competencia para prestar. A diferencia de otros momentos similares, donde han tenido lugar subidas de tipos, las entidades cuentan con holgadas huchas de liquidez y, no tienen, por tanto la presión de captar el ahorro de clientes con altos depósitos, que encarezcan el fondeo de recursos para prestar.
Sin presión en depósitos
La banca otorgó el pasado año 65.227 millones de euros en nuevas hipotecas, cifra que supera en un 9,76% la dispuesta el año anterior y representa el mejor registro desde los 69.478 millones prestados en 2010. Sin embargo, el stock financiado o la cartera de negocio disminuyó un 0,07% y quedó en 510.944 millones porque las amortizaciones de deuda por parte de clientes excedieron en cuantía a la nueva concesión. Se rompió así el avance cosechado en 2021 después de una década de contracción del negocio.