
Cesce va a completar el ejercicio por encima de sus proyecciones gracias al empuje de todos sus negocios y una siniestralidad empresarial que ha sorprendido a la baja. Con la vista puesta en un 2023 más complejo, Beatriz Reguero, responsable de la Cuenta del Estado, expone que las actuales incertidumbres y el encarecimiento de la financiación colocan en valor sus coberturas, aunque también dificultan la actividad: "Si hay un poco más de riesgo y hay menos financiación, seremos un elemento cualitativo para que estemos en las operaciones". En clave de estrategia desvela que la aseguradora explora algún acuerdo de colaboración en Latinoamérica y analizará mercados donde entrar en África.
¿Cómo se ha comportado la actividad y el resultado de Cesce en 2022?
Vamos a cerrar un año buenísimo, con un resultado muy superior a lo que habíamos presupuestado gracias a que el empuje comercial que ya empezamos a tener en el año 2021 se ha prolongado. Será un resultado muy bueno, no mejor que el de 2021 porque ese fue un ejercicio extraordinario, pero va a estar muy en línea y viene marcado por que todas nuestras líneas de negocio están contribuyendo positivamente. Y, sobre todo, la siniestralidad está yendo muchísimo mejor de lo que pensábamos y esto es bastante sorprendente por la situación, no tanto en España como en el mundo. La solvencia de nuestros clientes es mucho mejor de la que esperábamos.
¿Cómo son esas líneas?
El grueso del negocio de Cesce es lo que llamamos la cuenta propia, que es nuestra actividad de asegurador de crédito en el mercado privado. Luego tenemos un mandato del Estado para gestionar un instrumento de fomento de la internacionalización de las empresas españolas y es la parte de agencia de crédito a la exportación, que también está yendo muy bien porque estamos teniendo un pipeline de proyectos más grande de lo que pensábamos y porque estamos haciendo una acción proactiva de darnos a conocer más para que las empresas que nos necesiten nos conozcan, de buscar operaciones y de mandar productos nuevos al mercado, que está teniendo ya su efecto en 2022. Y luego la parte internacional también está contribuyendo positivamente en un porcentaje más pequeño, porque la actividad también pesa menos, pero también está yendo muy bien.
¿Con la Cuenta del Estado busca dar cobertura donde no llega el seguro de crédito privado?
El negocio de cuenta del Estado, que es el de la agencia de crédito a la exportación, lo que hace es rellenar esa parte del mercado que el mercado privado o no lo cubre en absoluto, o lo cubre en un volumen y a un precio que es residual. Hay normativa tanto en la Unión Europea como en la OCDE, que regulan perfectamente y de forma súper transparente en qué parte del mercado puede entrar el Estado. Y es básicamente en operaciones a más de dos años en la que los riesgos es más difícil evaluar. Siempre en internacionalización, es un instrumento de apoyo a las empresas en su actividad exterior.
¿Con qué acciones específicas fomentan ahora esa divulgación del servicio?
Estamos usando todas las armas que tenemos en nuestra mano: nos apoyamos en todas nuestras instituciones, en socios, en los bancos, en instituciones como el ICEX, la administración, las oficinas comerciales, también hacemos una campaña de marketing directa, cosa que no habíamos hecho antes, para productos concretos.
Geográficamente Cesce siempre ha tenido una cobertura y presencia dinámica en los países en función de necesidades u oportunidades ¿se han producido nuevos reposicionamientos en mercados o los proyectan?
Cesce tiene varias perspectivas. Como inversor y como búsqueda de negocio uno de los pilares importantes del plan estratégico es la vertiente internacional. Como inversor estamos en los principales países latinoamericanos y tenemos una participación en una empresa en Marruecos. El objetivo en los últimos años ha sido consolidar los sitios donde estamos y que sean rentables y funcionen bien y salirnos de aquellos que no funcionan. Lo hemos hecho en Argentina y Venezuela porque, por condiciones propias del mercado, no nos estaba funcionando bien la inversión. Una vez que ya estamos donde queremos y que todas las inversiones son rentables, ahora empezamos a prospectar nuevos sitios donde tenga sentido estar y ver en qué fórmula. Igual no siempre es comprar compañías como hemos hecho hasta ahora sino, a lo mejor, es algún tipo de colaboración con otras instituciones o a través de acuerdos de reaseguro. Esto es internacionalización e inversión, luego desde el negocio de cuenta propia hacen exportación y deciden en qué mercados cubren riesgos y en cuáles no; es una decisión de capacidad de reaseguro y de análisis de riesgo. Y desde la cuenta del Estado todo lo que hacemos es internacional. La mayoría es en países OCDE o en desarrollo. A nosotros se nos conoce, sobre todo, donde somos más útiles, que es en mercados en los que el riesgo existe y es un poquito más elevado. Ahí no tenemos una estrategia de a qué mercados ir, dependemos de dónde tienen las empresas españolas los proyectos. La vocación es estar donde estén ellas y tengamos capacidad de asumir el riesgo.
"Cuando la situación es más incierta y hay una percepción del riesgo superior nos utilizan más"
¿Qué países explorarán?
En Latinoamérica estamos viendo acuerdos de colaboración con algunos partners para cerrar un poco la zona y la prospección más importante será en África. Estamos investigando a ver dónde tendría sentido un producto como el nuestro. Eso sería en cuenta propia
¿Y por Cuenta del Estado qué mapa dibujan?
En cuenta del Estado nuestro mapa no tiene nada que ver porque no es ir a hacer un negocio a un país concreto. Con este servicio cubrimos el riesgo cuando hay una operación de una empresa española donde hay exportación española incluida en el proyecto y que al que compra le financia un banco la adquisición de ese proyecto. Nosotros aseguramos al banco que ese señor paga y si no paga le indemnizamos nosotros. Así consigues que el exportador tenga una baza de financiación buena que darle a su comprador y el banco entra en esa financiación porque tiene nuestro seguro por detrás. Por eso muchas veces ocurre que estamos en un mercado con una sola operación.
¿Cómo les afecta la crisis y las muchas incertidumbres actuales?
Somos un instrumento que, cuando la situación es más incierta y hay una mayor percepción de riesgo nos utilizan más, especialmente en la cuenta del Estado. En la cuenta propia es una gestión mucho más diaria y mucho más preestablecida de los balances de las empresas. Pero en la cuenta del Estado sí que hay bancos que podría ir sin cobertura a ciertos mercados y cuando hay más incertidumbre van a querer siempre ir con cobertura, con lo cual ahí va aumentar la demanda de nuestros productos.
¿Os coloca más en valor?
Nos pone más valor por un lado y por otro nos hace la tarea más complicada ya que hay que evaluar balances a plazos relativamente largos con una situación general incierta y donde no sabes ni el crecimiento que habrá en 2023. También hace más difícil que casen las operaciones, que encajen y tengan la financiación suficiente.
"Cerraremos un año buenísimo, gracias al empuje comercial y una siniestralidad mejor a la esperada"
Decía que la siniestralidad es baja ¿qué ratio combinado tienen?
En 2022 acabaremos por encima del 60%, que está fenomenal. Tiene que subir, pero es que ahora estamos en unas tasas de siniestralidad que son absolutamente una excentricidad, de un treinta y tantos por ciento acumulada en el año. Eso es bajísimo.
¿Y qué provocará esa subida o empeoramiento?
El entorno y el contexto de inflación mayor, el incremento de costes de las empresas... Es la incertidumbre que hace que compres menos y que inviertas menos también. También tendremos que ver cómo va a evolucionar en el año 2023 el volumen de negocio de las empresas. En la medida en que se retraigan y compren menos o hagan menos inversiones nosotros lo vamos a notar claramente.
¿Os ha afectado de manera directa la guerra en Ucrania?
Hasta ahora no. Nuestros clientes tenían muy poca relación con Ucrania y con Rusia, pero toda la situación europea está impactada de manera indirecta... Esta discusión que estamos teniendo y que es tan importante sobre la transición energética ya estaba ahí de antes de la guerra, pero ahora está en el foco y va a tener un impacto muy fuerte no solo desde el punto de vista de costes de inflación sino, sobre todo, desde el punto de vista de estrategia y de transformación industrial de los países. Lo estamos empezando a ver en el sector de automoción, pero hay industrias enteras que están viendo ya cómo cambia todo su negocio a un sistema diferente y en eso es apasionante, pero ocurre también que en esos procesos tan grandes siempre salen perdedores y ganadores.
¿Favorecerá una mayor demanda de aseguramiento?
La demanda de aseguramiento, si la cosa funciona con cierta normalidad, debiera incrementarse en el momento en el que hay más incertidumbre en el mercado.
"Mientras haya capacidad disponible en un instrumento como el del ICO, hacer otro en paralelo no parece que tenga mucho sentido"
Con los apuros del Covid y la guerra, ¿se ha producido algún repliegue de los operadores privados que haya sido una oportunidad para Cesce?
Creo que eso no ha sido el origen de nuestro buen funcionamiento. Cesce tiene un sistema bastante único donde el precio se va ajustando al riesgo y eso permite ajustarte a situaciones más complicadas sin tener que cerrar los riesgos. Permite no salir corriendo cuando el riesgo es alto sino decirle al cliente: esto lo compartimos juntos, con un precio mayor. Creo que eso en algunos momentos nos ha venido muy bien.
¿No ha habido huída despavorida del seguro de crédito con la crisis e incertidumbres?
Al revés. El seguro de crédito privado es un negocio súper competitivo y donde vamos a machetazos entre todos los competidores. Cuando las cosas van bien de siniestralidad hay una tendencia además a bajada de precios muy fuerte y nosotros sufrimos mucho comercialmente porque no bajamos los precios tan fácilmente salvo que el riesgo subyacente baje mucho por el sistema de fijación de precios. En 2022 han estado bajando los precios todo este año.
¿Qué tal funcionó la línea Covid? ¿Les preocupa su morosidad?
Nosotros movilizamos 2.000 millones en operaciones de créditos de circulante para empresas, en un porcentaje altísimo a pymes. Aseguramos al banco el crédito que daba a las empresas con una cobertura máxima del 80%, aunque normalmente era del 70%. Lo estuvimos gestionado entre los años 2020 y 2021 y gastamos entera la capacidad. La experiencia ha sido buenísima y la siniestralidad, por ahora, está siendo bastante recogidita y asumible en el grueso del negocio.
En la situación actual, de freno económico y apuros con la inflación ¿podrían repetirse las herramientas?
Si fuese necesario lo podríamos hacer y lo hemos evaluado y visto con la administración, pero el ICO tiene una línea muy parecida por el tema de Ucrania. Mientras haya capacidad disponible en un instrumento como el del ICO, hacer otro en paralelo no parece que tenga mucho sentido. Nosotros podemos ayudar mucho con productos tradicionales, que no son tan ad hoc para una situación de emergencia, pero que cubren varios de los riesgos de las empresas.
¿Cómo va la situación en Abengoa? Se comentó que lo sensato sería que Cesce saliese...
Ahí estamos porque tenemos riesgo contraído y donde el deudor es Abengoa, especialmente en operaciones de avales. No podemos salirnos y ha ocurrido el riesgo que nosotros cubrimos: que es que Abengoa tenga una situación financiera donde probablemente haya proyectos que no pueda ejecutar. Tiene una cartera de proyectos que muchos de ellos están en grados de ejecución muy alta, es decir, que no quiere decir que lo que tengamos concentrado en avales todo se vaya a siniestrar. Pero ya se ha siniestrado una parte y tendremos que indemnizar la parte que corresponda. Seguimos el proceso con todo el interés, como no puede ser de otra manera. Está el administrador concursal y el juez determinando cuál es la mejor salida. ¿Qué nos interesa a nosotros? Cualquier salida que permita terminar los proyectos que tienen ahora mismo de forma que podamos salir bien en la mayor parte del importe posible, y, por supuesto, que la empresa continúe operando de la forma más normal con el mayor número de empleos posibles.
¿Y en Duro Felguera?
El caso es muy diferente. Duro Felguera ha pasado una situación complicada y ahora está muchísimo mejor que hace año y medio. Una vez que entró SEPI tenemos capacidad de cobertura de avales y a Duro Felguera la veo con bastante normalidad, contratando bastante, comercialmente le está yendo muy bien. Ahora mismo no le veo el problema, la verdad.