Banca y finanzas

Las empresas ven rentable prevenir los riesgos frente a encarar siniestros

  • La dificultad para prever amenazas pone en valor el servicio de asesoramiento de las aseguradoras
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El contexto de incertidumbre macrofinanciera que ha estado teniendo lugar en los últimos años y que se ha potenciado con la pandemia de la Covid-19 y los acontecimientos geopolíticos actuales, ha puesto de manifiesto la necesidad en las empresas de anticiparse a los riesgos y prevenirlos antes de que estos se materialicen. Un giro que se acelera por la dificultad de anticipar amenazas en un mundo tan cambiante y por la convicción de que gestionar los riesgos resulta más eficiente que encararlos, lo cual está potenciando el rol de asesoría de las aseguradoras frente a su papel más tradicional de solo cubrir sus daños.

Esta es una de las conclusiones alcanzadas por los ponentes participantes en la mesa de debate celebrada durante el observatorio La figura actual de las aseguradoras: de un papel reactivo a uno proactivo, organizado por elEconomista y patrocinado por la firma suiza Zurich Seguros.

"Desde la pandemia hemos estado observando un abanico de riesgos distintos a los que existían en el pasado. Estamos en un momento de volatilidad e incertidumbre, por lo que debemos buscar nuevas soluciones, aprovechando las tecnologías que nos rodean", explicó Anna-Marie Jarvis, directora de Empresas de Zurich Seguros. De acuerdo con esta experta, existen amenazas en cuatro áreas, que pueden verse afectadas por factores externos. La primera de ellas se relaciona con el riesgo no financiero, un ámbito que actualmente se está desarrollando de forma muy rápida. Concretamente, se está prestando mucha atención desde el sector empresarial a los criterios ESG, referidos a los elementos ambientales, sociales y de gobierno corporativo.

La segunda área mencionada por Jarvis se relaciona con la intercomunicación cada vez mayor entre las empresas. Según comentó, "los ecosistemas de negocio están cambiando y esto conlleva un impacto en el riesgo, ya que cada vez son más complejos".

Asimismo, la innovación tecnológica, al mismo tiempo que implementa nuevas soluciones, cambia la forma de interactuar con los clientes y trae retos en relación con la gestión de los datos, con la privacidad de los clientes e, incluso, con la competencia entre negocios, como es el caso de Amazon o Uber, cuya expansión ha afectado a comercios minoristas o al sector del taxi.

Por último, la directora de Empresas de Zurich Seguros aludió al incremento en normativas, que también trae inconvenientes a los que las compañías deben hacer frente, puesto que requiere que sean más transparentes y puede acarrear riesgos de incumplimiento.

"Para tener éxito, las empresas deben gestionar sus riesgos y adaptarse a los cambios; y las aseguradoras tienen un papel muy importante en ello. Ya no solo indemnizan al cliente, sino que están ayudando a prevenir. Podemos ayudar más cuando la gestión de riesgo es un componente estratégico en su cadena de valor", finalizó.

"La pandemia nos ha servido para saber que cualquier cosa puede suceder y que, a veces, hay que anticipar que algo que no te puedes imaginar en la vida puede ocurrir", agregó, en este sentido, María Belsa, directora de financiación y seguros de NH Hotel Group.

Como ejemplo, explicó que el cambio climático está aumentando los factores de riesgo en lugares donde las inundaciones, terremotos y catástrofes naturales de los últimos años suponen una preocupación para la compañía de cara a contratar seguros. Otros aspectos nombrados por Belsa, fueron los de la ciberseguridad, los conflictos geopolíticos, junto con la volatilidad y la inflación.

Sin embargo, la ponente incidió en la necesidad de realizar una gestión de estos riesgos de forma estratégica e integrada dentro de la compañía, involucrando a todo el equipo y "siempre de la mano de la aseguradora". De acuerdo con sus palabras: "partíamos de una gestión de riesgo más administrativa hace años. Se identificaba un riesgo y se trataba como un gasto más de la compañía a través de la compra de un seguro. Esto ha ido cambiando a lo largo del tiempo y hoy en día ha evolucionado y se ha elevado a, prácticamente, todas las áreas de la compañía para intentar anticipar todas estas amenazas."

Por su parte, Manu Monasterio, ESADE creador de las 8M's del Artificial Intelligence & Metaverse Immersive Marketing, puso sobre la mesa el concepto chino "Wei Ji, cuyo primer caracter significa peligro y el segundo oportunidad"; con este término, Monasterio se refirió a convertir las amenazas en oportunidades a raíz de la gestión correcta de dichos riesgos. "Hablemos de riesgos, sí, y de oportunidades también", afirmó.

María Montis, directora de Loom, se mostró de acuerdo con dicho concepto, ya que dentro de la propia compañía de la que Loom es filial, Merlin Properties, se ha experimentado dicha conversión de un riesgo a una oportunidad. Concretamente, según explicó, el sector inmobiliario se vio afectado durante la pandemia, especialmente a causa de la popularización del teletrabajo. Sin embargo, eso supuso una puerta abierta a los espacios de coworking, el ámbito en el que se especializa Loom, especialmente gracias al e-commerce.

Así, junto con el resto de ponentes, incidió en la necesidad de prevenir los riesgos para aprovechar las oportunidades que surjan de ellos. "La clave ir por delante para intentar anticiparse a los factores de incertidumbre. Ser proactivo versus ser reactivo marca la diferencia en tu posición de mercado", reiteró y añadió, "lo que se veía como un riesgo global para una parte de la compañía ha supuesto una oportunidad de desarrollo de negocio".

Sin embargo, según subrayó Jarvis, para que las amenazas puedan gestionarse de la forma más provechosa para la compañía, es importante el factor tiempo. Es necesario que las aseguradoras trabajen desde un principio con las empresas para entender el riesgo de forma global y abordarlo de la manera más eficiente. "La viabilidad de trabajar a medio largo plazo ayuda a ver las prioridades y a proporcionar una labor de asesoramiento y de acompañamiento", planteó.

Como ejemplo acerca de la importancia de la previsión, las representantes de Zurich Seguros y de NH Hotel Group, aportaron de forma conjunta un caso práctico. Concretamente, según explicaron, Zurich Seguros está trabajando conjuntamente con NH en un proyecto piloto para los hoteles del grupo en algunas localizaciones que consiste en la instalación de dispositivos tecnológicos en las cañerías de ciertos hoteles, para detectar posibles puntos débiles  en las cañerías y anticipar posibles siniestros, siendo su reparación más asequible que lo que hubiera supuesto una avería más compleja.

Tecnologías punteras

Como se puede observar en el último ejemplo, el desarrollo de las nuevas tecnologías está haciendo que estas adquieran un protagonismo importante en esta área.

Es cierto, tal y como señalaron los ponentes, y se ha mencionado anteriormente, que estos avances pueden suponer una ventana a nuevos y potenciales riesgos, como son los ciberataques o la necesidad de gestionar los datos para poder utilizarlos y sacar provecho de ellos.

Sin embargo, los participantes de la mesa también incidieron en las posibilidades que se abren a raíz de estos avances punteros.

A este respecto, María Montis describió el software avanzado de gestión que emplea Loom para "conocer hasta el último detalle del uso que cada uno de nuestros espacios recibe por parte de los usuarios en cuanto a horas, días de la semana, etcétera. Para nosotros esta herramienta es muy útil para poder predecir el desgaste habitual del mobiliario y poder realizar esa gestión de riesgos predictiva de la que estábamos hablando, basada y apoyada en la tecnología que nos aporta el dato".

Y es que, tal y como destacó Anna Jarvis, el dato es prioritario a la hora de adelantarse a posibles problemas. "Usando los datos del pasado, podemos obtener los del futuro —expresó—. Gracias a la inteligencia artificial hemos sido capaces de leer 60.000 informes, cuyos datos han podido ser procesados con los nuevos sistemas". De esta forma, podrán asesorar a los clientes de forma más exhaustiva utilizando la información obtenida.

Por su parte, Manu Monasterio, explicó las principales ventajas de cada tipo de tecnología que puede adaptarse a este uso. Desde su punto de vista, uno de los más importantes es el Metaverso, que permite gestionar riesgos, por ejemplo, de actividades peligrosas. De acuerdo con sus palabras, en el mundo virtual es posible "simular escenarios de hipotético riesgo" y ensayar situaciones como primeras intervenciones quirúrgicas de estudiantes de cirugía o protocolos de actuación ante explosiones en minas con un "riesgo cero".

Así mismo, el Blockchain y su modelo de encriptado de datos previene posibles ataques de hackers y robos de divisas virtuales (criptomonedas) o NFTs (Non Fungible Token), que son activos virtuales por los que están apostando diversas empresas y usuarios.

Por último, destacó el papel fundamental de los drones a la hora de prevenir acciones criminales en las calles, gracias a la vigilancia que pueden obtener y los datos que pueden recoger de esta.

Sin embargo, Monasterio incidió en que, para garantizar la seguridad de estas tecnologías, es crucial la labor humana y destacó la figura del metaverse architect, que es quien diseña los espacios del Metaverso, y expresó que debe existir una "perfecta sintonía entre los servicios informáticos que se integren en el Metaverso".

En definitiva, quedó definido que las tecnologías son el lenguaje del futuro y que las empresas deben valerse de estas herramientas en su gestión de riesgos, siempre con un capital humano preparado para ello.

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