Reserva Federal

Bajo su plumaje de paloma, la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, esconde un puño de acero. Un hecho que ha permitido a la máxima funcionaria del banco central estadounidense mantener la cabeza fría en momentos de extrema volatilidad y no dejarse llevar por las expectativas del mercado. Ahora que factores desestabilizadores como China o el crudo comienzan a apaciguarse, la guardiana de la política monetaria estadounidense se prepara para concienciar al mercado de que su próxima vuelta de tuerca llegará pronto, probablemente en junio.

Standard & Poor's

En agosto de 2011, Standard & Poor's se convirtió en la primera calificadora en arrebatar a Estados Unidos su preciada calificación triple A ante los rifirrafes en el Capitolio y su polémico techo de deuda. Un sobresaliente que la mayor economía del mundo no ha vuelto a recuperar.

Mercado de divisas

Durante las últimas semanas parece que la tensa calma ha vuelto a marcar el sentimiento sobre la segunda mayor economía del mundo. Las preocupaciones sobre una fuerte devaluación de China se han moderado después de que el gobernador del Banco Popular Chino (PBOC), Zhou Xiaochuan, rechazase esta medida. Sin embargo, desde Bank of America Merrill Lynch, su economista jefe para Estados Unidos, Michael Hanson, ha elaborado un informe donde baraja las distintas posibilidades de que China pueda llegar a sufrir una crisis de su divisa.

Deuda pública

A menudo nos referimos al gobierno de Estados Unidos como uno de los más endeudados del mundo. Pero ¿cuánto dinero adeuda la primera economía del mundo a sus acreedores? Según el Departamento del Tesoro, esta cifra se acercaba a los 18 billones de dólares en 2014. Sin embargo, la deuda en manos del público desciende hasta los 13 billones de dólares.

Sector financiero

Mucho se ha hablado del conocido Too Big to Fail (demasiado grande como para caer) a la hora de hablar de la gran banca estadounidense. Una preocupación que desde el azote de la crisis financiera de 2008 ha obligado a muchas de las grandes entidades financieras del país a vender activos, reducir costes y ajustarse a nuevos requisitos de capital con la intención de evitar repetir capítulos como el vivido durante el colapso de Lehman Brothers.