Editorial
El colectivo de autónomos ATA confirmó ayer el grave resurgir de la morosidad de los Gobiernos regionales con sus proveedores, que elEconomista adelantó la semana pasada. No es casualidad que, desde las elecciones autonómicas de mayo, los retrasos hayan vuelto a elevarse, como tampoco lo es que los nuevos Ejecutivos, pactados tras esos comicios, entre el PSOE y Podemos se hallen entre los máximos incumplidores, incluyendo el líder indiscutible, Extremadura, con 165 días.