Editoriales

Los retos que aún enfrenta la banca

El año pasado marcó un punto de inflexión en el mercado crediticio español, al menos en lo que a nuevos préstamos se refiere. Así, el ejercicio 2015 terminó acumulando casi 468.000 millones prestados, lo que equivale a un aumento del 12,2% con respecto a 2014.

Hay que remontarse hasta 2007 para encontrar incrementos interanuales en esta partida. En los 8 años transcurridos desde entonces, muchas cosas cambiaron para el sector financiero. Por un lado, resulta clave la circunstancia de que la recuperación ha alcanzado velocidad de crucero, lo que se manifiesta en el hecho de que incluso el crédito a empresas, la rúbrica a la que más le costaba avanzar, también presentó alzas el año pasado.

De hecho, la concesión a sociedades de nuevos préstamos por valor de más de un millón de euros se incrementó por encima del 7%, tras años en los que se desplomaba cerca de un 20%.

Por otro lado, las entidades han culminado la fuerte reestructuración a la que se vieron abocadas; ahora, la reducción de la morosidad y de los costes operativos les permite concentrarse con más intensidad en el que es su negocio por excelencia: prestar dinero.

Con todo, el hecho de que haya crecido el crédito nuevo no implica que todos los problemas estén resueltos. Muy al contrario, el stock total de préstamos (en el que se consideran las amortizaciones) sigue cayendo. El descenso de 2015 (4,3%) estuvo lejos de las menguas de doce puntos propias de los últimos años, pero implica que el volumen de negocio que los bancos se reparten está en niveles de 2006. En estas condiciones, seguirá siendo difícil reanimar los niveles de rentabilidad, por lo que es posible que el sector aún deba acometer más ajustes.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky