Editorial
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, cumplió ayer con una condición indispensable para evitar su salida del euro: formalizó la solicitud del tercer programa de ayuda financiera. A cambio, desde Grecia se han comprometido a hacer algunas concesiones como la reforma de las pensiones o la subida del IVA en el país y han suavizado la petición de una reestructuración de la deuda al aplazar este asunto hasta otoño.