Editorial de elEconomista
09/04/2016, 09:00
Sat, 09 Apr 2016 09:00:09 +0200
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La divulgación de los archivos del bufete Mossack Fonseca, los llamados papeles de Panamá, ha tenido múltiples efectos, pero hay uno especialmente clave. La revelación masiva de identidades de propietarios de empresas opacas en el país del Canal demuestra hasta qué punto es hoy posible estrechar el cerco en torno a los evasores de impuestos. Su persecución a gran escala es una realidad desde los 80, mediante organismos como el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI). Su efectividad se ha multiplicado gracias a los avances tecnológicos; pero estos últimos no sólo refuerzan a autoridades y bancos. Se ha demostrado que toda persona con conocimientos informáticos suficientes puede acceder a archivos sensibles de forma masiva. En estas circunstancias, debe cuestionarse la razón de ser de medidas como la amnistía fiscal de 2012. Hubo que rebajar su tributación al 3 por ciento para que afloraran 40.000 millones no declarados.