Los países del este de África desempeñan un papel cada vez más importante como motor de crecimiento del continente más pobre del mundo, ahora que el petróleo no es una fuente de ingresos tan fuerte como hace unos años. Atrás quedaron los buenos tiempos de Nigeria y Sudáfrica. Ahora, los que se podrían denominar como 'leones' africanos, Tanzania, Kenia, Ruanda y Uganda, piden paso gracias a una economía que no depende del petróleo y los minerales.
Si bien los fanáticos de Apple se obsesionaron por la carencia de un conector para audífonos en el último iPhone de la compañía, la versión más reciente de su reloj inteligente también tiene una notable omisión: la excesiva cantidad de detalles lujosos.
El candidato presidencial del Partido Libertario, Gary Johnson, dijo que se sentía "increíblemente frustrado" consigo mismo después que no pudo reconocer el nombre de la ciudad siria de Alepo durante una entrevista televisiva realizada el jueves.
Amazon.com está acelerando la entrega de cables de USB, protectores de pantalla para smartphones, cosméticos y otros ítems pequeños y planos en su constante campaña contra mercados rivales que ayudan a los fabricantes y distribuidores extranjeros a vender en forma directa a los compradores estadounidenses.
La reunión en Argel a fines de septiembre entre la OPEP y Rusia -que juntos extraen más de la mitad del petróleo mundial- elevó las expectativas de que pueda llegarse a un acuerdo para impulsar los precios.
Luis Videgaray dijo que probablemente regrese al sector privado tras dejar el cargo, de acuerdo con dos personas que asistieron a una reunión sobre su salida de la Secretaría de hacienda y Créditro Público (SHCP).
Cuando los misiles Minuteman III entraron en servicio a comienzos de la década de los años 70, eran el último grito en tecnología militar de Estados Unidos. Con un alcance de unos 13,000 kilómetros, pueden volar a una altitud de 1,120 kilómetros (salen de la atmósfera para viajar más rápido) e impactan con una precisión de 200 metros con su carga de explosivo nuclear de más de 400 kilotones -la bomba de Hiroshima tenía unos 13-. Ahora ha llegado la hora de retirarlos, pero el Pentágono tiene un problema: no sabe bien cuánto le va a costar.
Cuando los misiles Minuteman III entraron en servicio a comienzos de la década de los años 70, eran el último grito en tecnología militar de EEUU. Con un alcance de unos 13.000 kilómetros, pueden volar a una altitud de 1.120 kilómetros (salen de la atmósfera para viajar más rápido) e impactan con una precisión de 200 metros con su carga de explosivo nuclear de más de 400 kilotones -la bomba de Hiroshima tenía unos 13-. Ahora ha llegado la hora de retirarlos, pero el Pentágono tiene un problema: no sabe bien cuánto le va a costar.