Sánchez presidirá el Consejo de Ministros este viernes 3 de agosto. El lunes siguiente visitará al Rey en Marivent, y después se marchará de vacaciones, del 7 al 16 de agosto. El 17 está prevista su asistencia en Barcelona a los actos organizados para conmemorar el primer aniversario de los atentados yihadistas en Las Ramblas y Cambrils. Doñana y Mojácar son sus destinos previstos. Su apartamento en la bella localidad del Levante almeriense, donde veraneaba hasta ahora, poco o nada tiene que ver con el palacio del que disfrutará este año, gratis total, como sus antecesores.

La ecología, el medio ambiente y la salud son norma en la vida cotidiana de los reyes y sus hijas. Tanto es así que doña Letizia lo deja claro en sus cenas privadas con amigos. Testigos de una de estas veladas aseguran que la mujer de Felipe VI afirmó rotunda: "En mi casa no entran ni el azúcar ni la harina, son dinamita".

Las comparaciones no son odiosas, son evidentes. Y es que entre el veraneo de Leo Messi y Antonella en Ibiza y el del clan Grimaldi en Saint Tropez hay un abismo indefinible. Donde esté Carolina, con sus elegantes 61 años, un barco antiguo y con clase, su estilo de mercadillo chic, sus hijos, nietos y nueras, todos guapos, hasta Carlota, a punto de tener su segundo hijo de soltera, que se quiten yates horteras y ostentosos, pechos de silicona, o los ridículos volantes del bikini de Paula Echeverría, de la que ya se aburren hasta las olas del mar.

El tsunami provocado por las revelaciones de Corinna zu Sayn Wittgenstein al ex comisario Villarejo y a Juan Villalonga tiene efectos colaterales inesperados. La mallorquina Marta Gayá, con quien el rey Juan Carlos mantuvo una apasionada relación durante 20 años, dejó Palma para huir de posibles preguntas o cámaras de prensa y decidió refugiarse en su casa de Suiza hasta que amainara el temporal. Normalmente, Marta Gayá pasa los primeros meses del año en su casa de Gstaad pero regresa a Mallorca en primavera.

Belen Esteban ya es dueña de la casa de Toño Sanchís y cualquier día la veremos posando en el jardín de su ex representante, una humillación que además puede salirle rentable. De momento, posa en bañador y con 8 kilos menos, lo contrario que Carlota Corredera, en la misma portada que la de Paracuellos.  Su otra enemiga, Campanario, muy recuperada, se fue de vacaciones románticas a Tenerife con Jesulín y hasta piensan otra vez en recasarse. Una reboda que ya nos anunciaron a golpe de talonario hace un año. Pero la fibromialgia trastocó sus planes. No nos consta que hayan devuelto el importe de la exclusiva, o sea que a lo mejor deben el posado. Paloma Cuevas, también retratada en bikini, es la reina de la semana.