Hay necesidades de la piel que cambian con el paso de los años, pero muchas otras se mantienen. Por ejemplo, utilizar un sérum a base de Vitamina C es tan bueno a los 20 años como a los 50, porque este potente antioxidante hace maravillas en el rostro a cualquier edad. Sin embargo, es uno de los imprescindibles que no puede falar en ninguna rutina antienvejecimiento ¡y te contamos por qué