En los últimos años, han cambiado nuestras prioridades a la hora de elegir un electrodoméstico para nuestro hogar, como una lavadora. Antes, nos fijábamos simplemente en que cumpliera con nuestras necesidades. Ahora, también prestamos atención a la tecnología, a las características que nos hagan la vida un poco más fácil y también a la eficiencia energética. Esto último es lo que garantiza un bajo consumo y, por ende, un ahorro a final de mes en la factura de la luz.