R.Madrid | Perspectiva
A falta de once días para que se cierre el mercado estival, el Real Madrid ha acelerado el ritmo para cerrar sus últimas operaciones pendientes. Tres salidas urgentes y una entrada hacen que las oficinas del Bernabéu se encuentren en estado de actividad frenética. De las primeras, dos tendrán que ser inminentes y sin condiciones. La llegada de Mateo Kovacic a la plantilla deja sin hueco a Illarramendi y Lucas Silva. El problema es que, a día de hoy (sobre todo en el caso de Illarra) las ofertas que llegan no son del todo del gusto de un Real Madrid que espera hacer caja con el donostiarra sin perder buena parte de la inversión (38 millones de euros) que realizó apenas hace dos años por él. La tercera de esas salidas es la de un Keylor Navas que depende de David De Gea para saber si continuará en la capital y que, paradójicamente, es problema y solución en el fichaje del portero madrileño.