Cruzó Najila Trindade el Atlántico con la emoción a flor de piel. Después de meses de negociaciones (intercambio de correos electrónicos y guasaps) con su compatriota Neymar, iba a cumplir un sueño: acostarse con el futbolista más caro del mundo.

A falta de otras verdades o de otras mentiras piadosas o de otros despelotes mediáticos, Pilar Rubio no coincidirá con Edurne, pareja de David de Gea, en Mánchester, ni con Georgina, la de Cristiano Ronaldo, en Turín. Y tampoco en Cantón con Danniela, señora de Cannavaro, pues, supuestamente, fue el antiguo central del Madrid quien acercó al actual capitán madridista la oferta de club chino Guangzhou Evergrande, el origen de un desencuentro más próximo a la tragicomedia que al melodrama. Antes de la boda, hemos estado a punto de un divorcio.

La bomba saltaba esta semana: Sergio Ramos  podría dejar el Real Madrid. No hay nada seguro pero tenemos una novedad relevante y es que a Pilar Rubio, su mujer desde el 15 de junio, le encanta Inglaterra. Y hay más.

Montado en su caballo, desde lo alto de una loma, Chisum (John Wayne) divisaba con instinto avasallador sus posesiones, hasta donde se perdía la vista en un horizonte infinito. En Ávila, que no en Texas, a lomos de Imperioso, ese caballo de leyenda que estaba a años luz de Rocinante, Jesús Gil y Gil en más de una ocasión se creyó el 'Rey del Pecos' mientras cabalgaba las mil hectáreas de su fabulosa finca Valdeolivas, donde falleció a causa de un fallo cerebral en 2004, a los 71 años. Todo en él fue una desmesura.

Ganar la Liga –y la Copa si el Valencia no dice lo contrario- carece de importancia si no ganas la Champions. Es lo que piensan muchos aficionados y algunos directivos barcelonistas tras el batacazo de Liverpool. Ese aficionado y ese directivo que miraban casi con desprecio  a los rivales a los que han ido arrasando esta temporada, reflexionan sobre si el exceso de arrogancia no ha sido una de las causas de la debacle, como aquel chiste de Piqué con Broncano en La Resistencia, cuando el presentador le preguntaba por la veces que había tenido relaciones sexuales en el mes, el central respondió si ganar al Real Madrid en el Bernabéu contaba como "follar". Ahora, cuando el novio de Shakira camina aún con las cuatro banderillas del Liverpool clavadas en su trasero, el ex madridista Arbeloa le pregunta a él: "¿Lo de Anfield cuenta como follar?"