Marta Riesco está desatada. Ha decidido que es su momento y que no va a callarse. No tiene filtro. Dice lo que le apetece y lo que piensa. Y no le importa a quien sea. De hecho, de un tiempo a esta parte son muchas las pullas que ha lanzado contra Telecinco, contra su programa (AR) y contra las decisiones de los directores. A veces parece que está ahí porque no le queda más remedio. El jueves llegó a enfrentarse con Joaquín Prat.