A sus 59 años es uno de los actores más reconocidos del panorama nacional y este martes ha sorprendido a todos con su confesión más cruda y sincera: "He sido drogadicto". Pablo Carbonell, casado con María Arellano desde el 2003 y padre de dos niñas, ha contado: "Me he puesto de todo, pero me he salvado porque mi trabajo lo hago limpio. Si yo mi trabajo lo hiciera drogado, tú y yo no estábamos hablando hoy".