Las morgues, colapsadas
Lorenzo Sanz falleció el pasado sábado 21 de marzo a causa del coranavirus tras pasar unos días ingresado en la UCI. Debido al protocolo de seguridad activado por la pandemia, ningún miembro de su familia pudo despedirle ni tampoco velarlo. Cinco días después de su muerte, su hijo denuncia que el cuerpo de su padre aún no ha sido incinerado y que ni si quiera saben dónde se encuentra.