Isabel Pantoja está destrozada y vive uno de los peores momentos de su vida tras los inesperados ataques de su hijo, Kiko Rivera, algo que ella no contemplaba ni en sus peores pesadillas. Su bajísimo estado anímico que en su entorno hay máxima preocupación por su salud. Tienen "miedo" de que le pase algo por este "linchamiento público", tal y como lo califican personas de confianza de la tonadillera.