El arte de modelar el barro o tallar piedra y otros materiales nos ha dejado algunas de las obras más impresionantes y visitadas del mundo como, por ejemplo, el David de Miguel Ángel o el Éxtasis de Santa Teresa de Bernini. Pero la escultura, como todo arte, va más allá de las obras clásicas y, en muchas ocasiones, los artistas han buscado con ellas generar impacto en el público a través de la controversia como, por ejemplo, hizo Marcel Duchamp con La Fuente, o expresar otro tipo de emociones como dolor, felicidad, humildad o afecto.