La sanidad es uno de los sectores en los que más va a impactar el uso de la inteligencia artificial (IA). Entre sus principales ventajas, destacan su capacidad para mejorar el diagnóstico y para disminuir la carga burocrática de los profesionales sanitarios. De esta forma, se trata de una herramienta que ayudará a estos facultativos, pero en ningún caso va a sustituirlos.