Alejandro Páez Varela
13/04/2020, 21:54
Mon, 13 Apr 2020 21:54:53 +0200
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Dicen que el mundo no será igual. Que si el trabajo en casa era recomendable antes de la pandemia, desde ahora será una necesidad. Que si no sonreíamos al vecino, ahora es un aliado para sobrevivir. Que si dejamos que los gobiernos diluyeran los servicios de salud gratuito para darle negocio a los privados, ahora lo mejor es un Estado que garantice seguridad social. Que si la clase media pensaba que el dinero era para gastarse, hoy razonará que quizás sea mejor ahorrar. Que nunca antes la humanidad fue tan globalizada como hoy pero ahora las fronteras se han sellado como nunca antes. Que si pensábamos que el libre comercio estaba por encima de la autosuficiencia, ahora sabemos que es necesario producir para salvarnos del eventual e inesperado cierre total de fronteras. Que los que más tienen tenían mayores certezas en una pandemia, y no: los que tienen para viajar la extendieron. Que caminábamos hacia un mundo de libertades, y no: en el futuro, de ser necesario, todos llevaremos una pulsera que avise a las autoridades que un virus nos ha intoxicado para podernos sumar a otros en cuarentena. Que íbamos hacia una sociedad integrada, y no: las “arcas de Noé” que implementaron España e Italia nos dice que tendremos que agruparnos en granjas para mantenernos encerrados con nuestros bichos o a salvo de ellos. Dicen que el mundo no será igual.