UPTA considera fundamental que los trabajadores por cuenta propia puedan acogerse a esta ayuda tras cerrar su establecimiento o negocio. En Aragón, podrían beneficiarse alrededor de 750 autónomos.
El subsidio para mayores de 52 años recientemente aprobado ha dejado fuera a los autónomos, a pesar de ser uno de los colectivos más castigados por la crisis económica y uno de los más frágiles. Una situación ante la que UPTA ha solicitado al Gobierno que este subsidio sea extensible a los trabajadores por cuenta propia de más de 52 años, que tienen que cerrar su establecimiento o negocio.
En la actualidad, según datos de esta organización, un total de 750 autónomos al año en la comunidad aragonesa en esta franja de edad se ven obligados a abandonar su actividad económica o negocio, lo que supone un problema para las familias y no solo desde el punto de vista de la economía doméstica, sino también porque es una edad próxima a la jubilación, causando perjuicio las lagunas en la cotización.
Son los factores principales por los que UPTA reclama este subsidio para lo que propone que, para acceder a esta ayuda -el equivalente al 80% del IPREM hasta la edad de jubilación ya sea legal o anticipada-, los autónomos que tengan que cerrar sean demandantes de empleo en el momento de la solicitud y hayan cotizado por cese de actividad por un período mínimo de 18 meses.
Además, la propuesta de UPTA recoge que los autónomos que se acojan a este subsidio cumplan a su vez las mismas condiciones establecidas para los trabajadores en el Régimen General en cuanto a rentas y cargas familiares se refiere.
Y, para hacer frente económicamente a estos subsidios, la organización propone que las partidas salgan de las bonificaciones.