Este perfil ocupacional valora y considera las necesidades reales y expectativas de las empresas a la hora de cubrir los puestos de trabajo que se demandan.
Sin embargo, esta figura de Job Broker -que se define como un intermediario entre la demanda y la oferta de empleo, sobre todo, teniendo en cuenta los grupos con mayores dificultades de empleabilidad-, no tiene una cualificación específica y acreditada y una certificación oficial a nivel europeo.
Una carencia que se produce a pesar de que esta figura es una realidad en países como Islandia. Y, para solucionarlo, un grupo de trabajo se reunirá los próximos días 18 y 19 de febrero en Cámara de Zaragoza, que participa en el Certification and Qualification for Europe's Job Brokers.
Esta iniciativa se trata de un proyecto Eurasmus+ de apoyo a la reforma de políticas (KA3), junto con otros organismos como institutos de investigación, agencias públicas de colocación, organismos de certificación y homologación y otras entidades de Grecia, Chipre, Austria, Alemania, Reino Unido, Islandia, España y Suecia.
"La esencia de esta reunión es sentar las bases de los contenidos de la formación del Job Broker. Después se seguirá avanzando en la mejor forma de conseguir su acreditación y certificación", ha explicado Elena Nasarre, jefa del servicio de Unión Europea en la Cámara de Comercio.
Y es que, para preparar a las personas para ser Job Broker, se requiere un conocimiento más amplio que el asesoramiento tradicional, por lo que dentro de este proyecto se ahondará en el desarrollo de un nuevo programa curricular y un modelo de certificación conjunta transferible.
El objetivo es que el plan de estudios se diseñe en función de una serie de resultados de aprendizaje basados en la adquisición de conocimientos, habilidades y competencias específicas, que podrán adquirir profesionales que ya estén trabajando.