
Las altas temperaturas que se han registrado en la comunidad aragonesa en esta última semana van a afectar al sector cunícola, que va a ver disminuida su producción entre un 30% y un 35%. Una merma que generará pérdidas en el sector en un año en el que los productores habían comenzado a repuntar tras la subida de los precios.
La ola de calor que se está viviendo de forma generalizada en España y que también ha llegado a Aragón va a afectar a la producción cunícola. En concreto, se estima que estos días de altas temperaturas van a suponer un descenso de la producción de entre el 30% y el 35%, según ha indicado Ángel Luis Pérez Cebrián, responsable del sector cunícola de UAGA, a elEconomista.es
Aragón no es una de las comunidades más afectadas, ya que las mayores consecuencias de las altas temperaturas se están dejando sentir más en Galicia y Cataluña, entre otras autonomías, donde las pérdidas de producción pueden alcanzar el 40%. Pero, en Aragón "no nos vamos a escapar".
Esta menor producción cunícola es especialmente importante para el sector en la comunidad aragonesa, ya que se prevé que genere pérdidas, aunque todavía están sin cuantificar.
Cada semana, se estima que se perderán entre el 30% y el 35% de los 200.000 kilos de carne de conejo que se producen semanalmente en la comunidad aragonesa. Las pérdidas no se centrarán solo en esta semana de máximas temperaturas, sino que se prolongará durante 90 días porque "afecta a too el ciclo reproductivo: inseminación, parto, engorde...".
Los efectos de la ola de calor suponen un nuevo mazazo para el sector dentro de un año en el que las cerca de 270 explotaciones cunícolas en la comunidad aragonesa empezaban a recuperarse.
"En 2018, hemos comenzado a remontar" tras años en los que se había venido denunciado bajos precios que aplicaban las grandes superficies a la carne de conejo y que fueron objeto de diversas movilizaciones para reclamar precios justos y más medidas que garantizan el futuro y viabilidad de las explotaciones.
Esta situación también llevó a que, por ejemplo, en la comunidad aragonesa se tuviera que abordar la puesta en marcha de una línea de ayudas el año pasado para hacer frente a los costes de producción, que eran de 1,75 euros el kilo, mientras se percibía 1,55 euros por kilo.
Ahora, "habían subido algo los precios y empezábamos a ver la luz" en este sector que venía arrastrando una crisis desde hace unos cuatro años, que ha llevado a un descenso del censo cunícola nacional del 30% y al cierre de explotaciones.