Un estudio realizado por la Universidad de Zaragoza plantea que se podría paliar la pobreza asalariada con la introducción de una deducción fiscal reintegrable que complemente la renta de los trabajadores con bajos ingresos. Una medida introducida ya en varios países, sobre todo anglosajones, y que en Aragón permitiría reducir la desigualdad de rentas, lo que conllevaría un coste fiscal de entre 47,5 millones y 179 millones de euros en función de si estas ayudas fiscales se diseñan a nivel individual o familiar.
En 2017, el 15,9% de las mujeres ocupadas estaba en situación de exclusión o pobreza y el 15,3% de los hombres. Una situación a la que hay que añadir la vulnerabilidad en la que se encuentran muchos hogares monoparentales, encabezados en general por mujeres en su mayoría.
Son solo algunos casos de personas y familias que, a pesar de participar en el mercado de trabajo, no tienen un nivel de ingresos suficientes. Y, ¿qué podría hacerse para acabar con esta pobreza asalariada? Los profesores de la Universidad de Zaragoza, Miguel Paredes y Fernando Rodrigo, han llevado a cabo un estudio para ver la posibilidad de introducir en Aragón una deducción fiscal reintegrable que complemente la renta de los trabajadores con bajos ingresos, siguiendo un esquema trapezoidal de manera que la ayuda se iría eliminando conforme se va alcanzando un nivel de renta.
Esta reforma estatal del IRPF tendría un coste fiscal en Aragón de entre 45,7 millones y 179 millones de euros en función de si esta ayuda se diseña como individual o familiar, teniendo en cuenta una submuestra de contribuyentes aragoneses del IRPF de 2013.
En concreto, en el caso de que se diseñe en función de la renta del individuo, esta medida tendría un mayor coste fiscal, que se cifra en 179 millones de euros, que es aproximadamente el 8% de la recaudación del IPRF en la comunidad aragonesa. Una cantidad que equivaldría, por ejemplo, a lo que Aragón recauda por el Impuesto de Sucesiones.
Por el contrario, si este instrumento se articulase según la renta del hogar, la medida sería menos costosa desde un punto de vista fiscal porque se sumarían todas las rentas de la persona del hogar. Esta cantidad sería de 45,7 millones de euros.
La medida favorecería a los asalariados con las rentas más bajas –el 42,5% de los ciudadanos percibiría alguna cantidad-, además de reducirse la desigualdad en la renta en un 9,3% en el esquema individual y del 5,31% con el diseño familiar. Además, estos complementos salariales podrían acompañarse de otras medidas fiscales para los hogares con hijos para reducir la pobreza infantil.
Este tipo de ayudas, a través de diferentes esquemas, se han introducido ya en varios países sobre todo anglosajones como Reino Unido y Estados Unidos, observándose en estos casos diversos efectos como la incentivación de la participación laboral de varios colectivos y una reducción de los niveles de pobreza monetaria.
Este estudio se incluye en el número 64 de la revista Economía Aragonesa, que se ha presentado hoy en Ibercaja.