Aragón

Los directivos aragoneses prevén un semestre estable con crecimientos moderados

A pesar de las perspectivas de crecimiento estable para los seis primeros meses de este año, los directivos aragoneses ven también incertidumbre. Los efectos de la crisis de Cataluña o el Brexit son algunos de los principales factores a los que, ahora, se suma la situación del sector de la automoción tras las medidas comunicadas por PSA en Opel España.

Los directivos aragoneses prevén un crecimiento estable y moderado para estos seis primeros meses del año. En concreto, el 39,1% de los 248 directivos encuestados prevé una situación estable frente al 33,1% del último semestre del año pasado, según los datos del Indicador de Opinión del segundo semestre de 2017 de la Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón.

Los datos generales de este indicador de los directivos reflejan también que, con independencia del sector de actividad al que se dedican, se espera un empeoramiento de la situación económica en el 1,7% para este semestre del año frente al 0,3% de los últimos seis meses de 2017. Este incremento y porcentaje que, a priori, parece pequeño es relevante porque muestra un cambio de tendencia, que se produce por primera vez desde diciembre de 2015.

En cuanto a la situación de mejoría es apuntada por el 59,4% para 2018, porcentaje que disminuye en relación al semestre anterior en el que se situó en el 66%, de acuerdo con los datos de ADEA.

En este contexto, hay algunas incertidumbres que pueden explicar estos datos. Una de ellas es la inquietud por los efectos de la crisis en Cataluña, que preocupa a los directivos en niveles superiores incluso a los del Brexit o salida del Reino Unido de la Unión Europa.

Además, los directivos aragoneses también muestran en la encuesta su preocupación por que se mejore la tramitación burocráctica-administrativa y la fiscalidad con el fin de incentivar inversiones desde cualquier zona de España y desde fuera del país para poder atraer nuevas inversiones y diversificar la generación del PIB.

Precisamente, en esta línea se enmarca una de las reivindicaciones que desde ADEA se lleva poniendo de manifiesto desde hace tiempo como es la Oficina del Inversor.

La encuesta realizada atiende igualmente a otros factores como la obtención de financiación, que ha dejado de ser uno de los principales problemas, aunque sigue preocupando porque el 28,6% considera que mejorará en este semestre frente al 53,4% de los últimos seis meses del año pasado. También destaca que el 71,4% la ve como estable para este año.

En cuanto a la plantilla, también predomina la estabilidad con ligeros movimientos en los porcentajes relacionados con las perspectivas de mejora o de estabilidad. En concreto, para estos seis primeros meses del año, el 57,9% y el 36,8% de los directivos apuntan la estabilidad y la mejora, respectivamente, frente al 66,7% y 33,3% del último semestre de 2017.

Sin embargo, en materia de empleo, llama también la atención que aumenta el porcentaje de los directivos que apuntan a un empeoramiento. En concreto, el 5,3% frente al 0% de finales de 2017.

Las previsiones de ventas igualmente se caracterizan por la estabilidad. El 36,7% apunta esa estabilidad, mientras que el 59,3% considera que mejorará y solo el 4% cree que se producirá un empeoramiento, aumentando este último porcentaje en 2,8 puntos sobre los seis últimos meses de 2017. Las exportaciones e importaciones siguen esa tendencia generalizada a la estabilidad con el 51,3% y el 79,2%, respectivamente.

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