Aragón

Asia, un destino prioritario para las exportaciones de frutas y verduras

Asia se está convirtiendo en un mercado atractivo para las exportaciones de frutas y verduras de España. Tan solo en los dos primeros meses de este año, las ventas han crecido un 46%, siendo China uno de los principales países de destino en el que se ha registrado un aumento de las ventas del 253%. Sin embargo, todavía el sector no aprovecha todas las oportunidades de este mercado porque se sigue sin ver las posibilidades de negocio, a pesar de ir avanzando en los protocolos de exportación como el alcanzado el pasado año para introducir las frutas de hueso en China.

El sector de las frutas y verduras está comenzando cada vez más a mirar hacia el mercado asiático por las oportunidades que ofrece para introducir los productos alimentarios. Los datos hablan por sí solos. Tan solo entre los meses de enero y febrero de este año, se exportaron 32.227 toneladas de frutas y verduras a Asia, lo que supone un aumento del 46%, según los datos de FEPEX.

Dentro de este mercado, Emiratos Árabes Unidos y China han sido los dos principales países de destino de las ventas de las frutas y verduras españolas con un total de 10.310 toneladas y un crecimiento del 34% y del 253% en términos interanuales, respectivamente.

"Para el sector agrario y hortofrutícola, Asia es una gran oportunidad porque tienen una situación de necesidad y de demanda voluntaria. Asia tiene el problema de la contaminación de su producto. Solo el 10% de la población China confía en sus propios productos. Esto supone una oportunidad porque ellos confían en los productos europeos, americanos y australianos", según ha explicado Oliver Huesmann, CEO en Consultora Internacional Fruit Consulting, a elEconomista.es

Además, en el mercado asiático y, en concreto, en países como China, los consumidores están dispuestos a pagar por la calidad de los productos "por la seguridad alimentaria. Es una necesidad y tienen esa voluntad de pagar igual para la leche, agua... en todos los productos para alimentación. Esto aún se da más para los alimentos de los niños".

Esta situación favorece que prácticamente cualquier alimento tenga oportunidades para entrar en este mercado. De hecho, las ventas están creciendo en países de Sur de Asia como Indonesia, Malasia, Filipinas, Camboya o Vietnam, y China, que tiene una gran población y es un país muy representativo porque, además, se da el caso de que en los últimos 30 años han apostado más por la industria que por la agricultura y "sólo el 10% de su superficie es apta para la agricultura, aunque es una zona en la que hay industria y vive la gente. Tienen el problema de la industria o la lechuga".

El mercado asiático y países destino como China no ofrecen solo oportunidades para la venta de los productos, sino que las posibilidades que se abren para el sector agrario y hortofrutícola español son todavía mucho mayores. "Hay oportunidades para invertir y traspasar el know-how, de hacer agricultura en China. Por ejemplo, un empresario español puede abrir la empresa sin partner o bien con una joint-venture, puede alquilar una finca por 100 años...".

Barreras

Son grandes oportunidades que se pueden aprovechar porque, además, se calcula que China hasta el año 2050 tendrá que importar hasta el 60% de su alimentación. Pero, a pesar de existir estas opciones, ¿por qué todavía el sector agrario y hortofrutícola no está aprovechando al máximo esas oportunidades?

Varias son las barreras que existen en la actualidad, aunque pueden superarse. La primera de ellas es el "traspaso de información. El agricultor no ve en China negocio. Se cree que son pobres, que trabajan con monos azules y no tienen poder adquisitivo por lo que no se ve ni se genera la oportunidad de hacer acuerdos", a pesar de existir esas oportunidades.

Otro de los problemas viene de la mano de algunos errores que se suelen cometer a la hora de abordar este mercado. "Si pensamos en hacer una marca, nadie la va a reconocer. Hay que ir como Europa".

Además, también se ha detectado que otra de las barreras es la falta de comunicación de las empresas "que no quieren decir que van a China, pero no somos competencia en el mercado chino porque no tenemos suficiente producto y producción para facturar en China. Si se destinase toda la producción de toda Europa solo habría un 18% de saturación en el mercado. Es una situación de no competencia".

Los handicaps igualmente se producen por la errónea percepción que se tiene de este mercado. Por ejemplo, se cree que no es un mercado seguro, aunque tiene una tasa de morosidad de solo el 1,4%.

También se piensa que solo pueden vender las grandes empresas. Algo que tampoco es cierto. "Es un mercado interesante para pymes y pequeñas empresas. Por ejemplo, se ha vendido caqui por cajas desde una pequeña empresa. Esto lo puede hacer cualquier pequeña empresa", aunque hay que tener en cuenta que las primeras ventas en China pueden hacerse en poco tiempo, "pero las buenas ventas tardan unos dos o tres años. Merece la pena porque el margen es alto en comparación con los mercados europeos y el retorno es a corto plazo. De hecho, la forma de pago en China se realiza en un 50% por adelantado y el resto en cinco días. No trabajan con efectivo, pero trabajan por el móvil".

Y, para abordar el mercado adecuadamente, hay que tener presente que tienen otra cultura por lo que es importante conocerla. Por ejemplo, en China, hay que evitar el número cuatro que es el de la mala suerte, una caja blanca es el símbolo de la tumba, el número ocho da buena suerte, el color rojo y dorado son los de la alegría, la fruta es un regalo... Incluso en países como Tailandia se ofrece a los dioses.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky

endesa