La baja rentabilidad de estos cultivos por los altos costes de producción, bajos precios y la desaparición del pago acoplado en la campaña 2011-2012 están propiciando que los agricultores dejen de apostar por este cultivo. Para la presente campaña, se prevé que los precios sigan siendo bajos y que no se cubran costes.
A estos factores se suman también otra serie de aspectos como la eliminación de materias activas contra determinadas plagas y la reducción del importe percibido por las ayudas agroambientales. Además, en algunos casos, igualmente esta reducción del cultivo de arroz responde a la modernización de regadíos.
Todos estos factores han propiciado que en Aragón se haya ido produciendo un descenso de las hectáreas dedicadas al cultivo de arroz, pasando de alrededor de 14.000 hectáreas en el año 2000 a las 6.028 hectáreas en la actualidad. Un cultivo, que sobre todo, se localiza en Huesca, que concentra 3.600 hectáreas.
Ante esta situación, el sindicato UAGA ha mostrado su preocupación por los precios que puedan percibir los productores de arroz en esta campaña en la que se preveía una buena cosecha, pero en la que el control de las malas hierbas no ha sido efectivo, mermando así los resultados y estimándose una producción de 34.000 toneladas.
Desde el sindicato señalan que todavía no se conocen los precios que se percibirán -se está al inicio de la recolección-, aunque se estima que se pueden situar en unos 300 euros por tonelada, cantidad que se sitúa por debajo del umbral de rentabilidad ante los altos costes de producción de este cereal.
Un motivo por el que desde UAGA se piden unos precios razonables para que no generen pérdidas al productor y, ante el desánimo, continúe el abandono de este cultivo.