La evolución de la pirámide poblacional y el gap entre la formación y la demanda de perfiles profesionales en el mercado laboral hará que haya una crisis de talento, que comenzará en el año 2020, aunque ya se empieza a notar dificultades para encontrar profesionales cualificados en diversas áreas de actividad.
España afrontará una nueva crisis hacia el año 2020 y que también se dejará sentir en el horizonte del año 2030. Y en esta ocasión el eje central será el talento porque habrá una escasez de perfiles profesionales que serán demandados por las empresas para cubrir sus necesidades de trabajo.
Una situación que será consecuencia de la pirámide poblacional "porque la población cae" y del "gap existente entre la formación y la demanda laboral de las empresas", según ha explicado Jorge Grasa, director de Adecco Huesca, a elEconomista.es
Ante esta situación, muchas empresas "se están dando ya cuenta de estas necesidades de talento y han comenzado a trabajar en el salario emocional y no solo en el sueldo", incidiendo también en favorecer la conciliación de la vida laboral y familiar, los beneficios sociales, un sistema de trabajo comunicativo... que permita retener el talento", según se ha indicado en la jornada organizada por Adecco en Barbastro (Huesca) con el fin de presentar el Informe sobre el mercado de trabajo en España, realizado por esta entidad.
Una crisis que, sin embargo, ya se empieza a notar en algunos sectores de actividad y perfiles profesionales que son los que están tirando del empleo y que, en los próximos años, se prevé que sea también los que más puestos de trabajo generen.
"En la actualidad, se habla de cuatro sectores que van a ser los que más puestos de trabajo generarán". Uno de ellos es el tecnológico, investigación y desarrollo, "que va a ser el de mayor creación de empleo y en el que se crearán nuevos puestos de trabajo", mientras que también tendrá un peso importante en el mercado de trabajo el turismo y el ocio, que "siempre ha sido importante y que seguirá tirando del empleo".
La salud y el bienestar igualmente presenta buenas perspectivas laborales "por el envejecimiento de la población y porque en la sociedad cada vez es más importante la salud y el bienestar", y el sector energético ante las energías renovables y otras fuentes energéticas alternativas.
Son áreas de actividad en las que se "van a necesitar personas con formación", pero también con una serie de habilidades y competencias, que ya están comenzando a ser muy demandadas por las empresas.
"Existe un déficit de profesionales con perfil tecnológico y digital como es el caso de los programadores, pero en un futuro cercano se precisará personal para puestos relacionados con el sector que son de nueva creación y que ahora no se pueden ni imaginar como sucedió con los community managers", añade Jorge Grasa.
Además, el mercado de trabajo tiene ahora la particularidad de que no se demandan profesionales para puestos concretos, sino "que se habla de competencias. Los estudios y los conocimientos van ser necesarios, pero ya no serán suficiente y se necesitarán competencias en ventas, resiliencia, capacidad de gestión y de innovación, creatividad y liderazgo, pero entendido como la capacidad para llevar a buen fin los objetivos de la empresa". También son y serán muy valoradas las competencias y habilidades relacionadas con la inteligencia emocional.
Son perfiles profesionales que no solo se demandan por las grandes empresas, sino también por las pymes y en cualquier compañía con independencia de su estructura.
Precisamente, esta situación también ha llevado a que las compañías se conciencien más de las necesidades de formar a los trabajadores. "Hace diez años, en general, las empresas de Huesca pensaban que la formación era para las grandes. Ahora es al revés y, aunque la empresa sea pequeña, se tiene plan de formación o se destina una cantidad del presupuesto para que los trabajadores puedan formarse".