
El escritor José Luis Galar considera que el fracaso es una cuestión de percepción porque el hecho de no estar en la cresta de la ola no implica ser peor profesional ni poder disfrutar de un éxito no convencional.
El concepto de éxito puede variar según lo que una persona considere qué es (tener dinero, ser famoso, hacer lo que a uno le gusta, no ser comercial...), al igual que el fracaso porque lo que puede ser considerado como tal por unos, no tiene por qué serlo para otros.
De hecho, "el fracaso es una cuestión de percepción", según ha explicado el escritor José Luis Galar, que ha dado a conocer su historia y experiencia emprendedora en el ámbito de la literatura en la FuckUp Nights, celebrada en Zaragoza.
Galar siempre había trabajado en empresas públicas y estuvo relacionado también con el sector del turismo, pero tenía inquietud por escribir y se lanzó a publicar su primera novela con la que tuvo éxito y tras la que continuó sumando más publicaciones exitosas, llegando algunas a publicarse en la editorial Destino (Planeta).
Sin embargo, "me encontré un día con que la editorial ya no contaba conmigo para grandes ediciones. Luego ya no conseguí otra editorial y tuve que recurrir al crowdfunding para publicar", según ha explicado a elEconomista.es
Hoy en día José Luis Galar no vive de la literatura, aunque "hubo un momento en el que pensé que iba a poder vivir de escribir, pero por motivos que uno no controla, no pude".
Cuestión de percepción
Una experiencia que, sin embargo, no se considera un fracaso absoluto porque "es una cuestión de percepción. El error fue creer que podía vivir de ello y no lo hago. Pero por no vivir de la escritura, no soy menos escritor". De hecho, "he conseguido ser escritor".
Galar reconoce que "me transformé. Ví que tenía que aceptar y digerir que no podía vivir de la escritura, lo que es algo normal porque en el siglo XX solo han vivido de ello unos pocos escritores. Anteriormente, solo escribían clérigos, aventureros... Además, ahora está todo el tema tecnológico y, salvo pelotazos puntuales, vivir de la escritura es casi imposible".
Su actividad ahora ha cambiado. "Cuento las historias verbalmente, hago cortometrajes y experimento. Lo mío no es estrictamente comercial. Me he transformado e, incluso, estoy agradecido de no vivir de la escritura porque no me he'?prostituido' desde un punto de vista comercial".
Además, "tengo gente que me sigue. La experiencia me ha servido porque veo que la gente valora mis historias y las sigue. Una vez me echaron un piropo literario. Una señora me dijo que mi libro le ha cambiado la vida positivamente. Con una sola señora que con mi escritura le haya cambiado la vida a mejor, ya ha merecido la pena".
Galan, por su experiencia, lo tiene claro: "he aprendido a disfrutar del éxito no convencional. Lo que es un fracaso en un principio o lo que la gente lo llamaría, no lo es tanto. El fracaso muchas veces es el enfoque porque no hay garantías de que se vaya a estar en la cresta de la ola".