Ambos sindicatos valoran positivamente el descenso del desempleo, pero piden que se modifiquen las políticas económicas y laborales para priorizar a las personas y evitar que la precariedad en el empleo se convierta en estructural.
Desde CCOO Aragón, señalan que, a pesar de los buenos datos del mes de mayo, no hay que olvidar que se siguen soportando unos niveles de paro elevados y que una gran parte de los desempleados son de larga duración, aparte de que en miles de hogares continúa sin entrar ningún ingreso y la tasa de cobertura sigue bajando.
Para el sindicato, es fundamental un cambio en la política económica y laboral y poner fin a las políticas de austeridad y recortes que han aumentado de forma desmedida la tasa de pobreza y la exclusión social.
Según CCOO, la economía necesita de un crecimiento sostenido que consiga crear empleo de forma rápida, además de ser preciso recuperar el diálogo social como instrumento básico y crear planes de empleo de forma urgente y dirigidos prioritariamente a los colectivos más desfavorecidos y con mayor riesgo de exclusión social, aparte de dar cobertura a los miles de hogares sin ingresos.
Para este sindicato, la solución a la desigualdad es que la política económica tenga como prioridad a las personas y que se combinen políticas activas de empleo con otras de protección social como la creación de la Renta Mínima Garantizada o una prestación de ingresos mínimos dirigida a las personas sin ingresos o con ingresos situados por debajo del umbral de la pobreza.
Desde UGT Aragón también apuntan la necesidad de cambiar las políticas, siendo tras las elecciones del 26 de junio un momento idóneo, con el fin de reactivar la economía, de manera que se cree una sólida estructura industrial para no depender de la estacionalidad.
También opinan que es preciso derogar las reformas laborales para frenar el deterioro de la calidad del empleo y reforzar el sistema de políticas activas para ayudar a los parados a adecuarse al nuevo mercado laboral.
Finalmente, inciden en la conveniencia de reformar el sistema de prestaciones para poder dar cobertura a aquellos que no encuentran todavía un empleo y sufren privaciones en su vida cotidiana.