La entidad ha sumado en el año 2015 un total de 14.000 nuevos clientes a este modelo de gestión, alcanzando los 164.000. Además, se han creado 137 puestos de gerentes especializados, superando los casi 900 profesionales de atención de banca personal.
Ibercaja sigue creciendo en banca personal, segmento en el que apuesta en el Plan Estratégico 2015-2017. Una línea de acción con la que se han generado el año pasado 137 nuevos puestos de gerentes de banca personal para acompañar el crecimiento de 14.000 clientes en este modelo de gestión y la incorporación de las oficinas de Caja 3. Con este crecimiento, la entidad suma más de 900 profesionales especializados en atender clientes en banca personal y más de 164.000 clientes.
Además, la entidad ha renovado la certificación de AENOR por sus servicios de banca personal, siendo la primera en España que la recibió en el año 2012 y que ha ido renovando desde entonces.
La renovación del reconocimiento a Ibercaja se ha llevado a cabo por AENOR después de realizar una auditoría que somete a un proceso "exhaustivo y riguroso" los métodos y resultados obtenidos por el Sistema de Gestión para el Asesoramiento de Clientes de Banca Personal, según han explicado desde la entidad.
Nueva cartera
De los productos que ofrece el servicio de banca personal, destacan los Acuerdos de gestión de fondos de inversión por los que el cliente delega la gestión de su cartera de fondos de inversión en expertos gestores del Grupo Financiero de Ibercaja.
Ellos seleccionan los fondos más adecuados en cada momento para obtener una rentabilidad más alta que la que obtendría el cliente sin realizar ningún tipo de gestión, y sin sobrepasar nunca el riesgo que el cliente está dispuesto a asumir.
Las carteras están integradas por fondos de inversión de Ibercaja Gestión y se diferencian en el nivel de riesgo que asumen. A las cuatro modalidades ya existentes, Ibercaja incorporó, a principios de 2016, la nueva cartera Equilibrada 2, que invierte en fondos de renta fija y de renta variable de manera que estos últimos supongan un porcentaje que no supere el 25% de la inversión total.