El sindicato teme que desaparezca como el de Zaragoza tras un más de un año de negociación sin llegar a un acuerdo. El convenio afecta a más de 1.200 trabajadores en la provincia.
Según explican desde UGT Aragón, las asociaciones empresariales que negocian el convenio de limpieza de la provincia de Huesca, ASPEL y CEOS-CEPYME, "crecidas y potenciadas por la reforma laboral de febrero de 2012, están comprometiendo seriamente la existencia del convenio colectivo, y pueden estar buscando su desaparición".
La negociación de este convenio colectivo quedó prorrogada hasta el 28 de febrero, fecha en la que si los negociadores no suscriben un nuevo acuerdo, una vez adoptados instrumentos de mediación y arbitraje, éste decaerá.
Las asociaciones empresariales plantearon de inicio "una negociación extremadamente agresiva", indican desde UGT Aragón, sindicato desde el que se añade que "el chantaje que significa que la ausencia de acuerdo ponga en cuestión la propia existencia del convenio colectivo, les parecía suficiente para que la parte social se aviniera a cercenar gran parte de los derechos de los trabajadores en materias como complemento de IT, jornada, antigüedad, y desrregular e ir más lejos que las propias leyes laborales en cuestiones lesivas para los intereses de los trabajadores".
Ante esta situación, desde FeS-UGT Aragón afirman que seguirán exigiendo de las asociaciones empresariales la firma de un convenio colectivo que ponga fin a la congelación salarial, que respete los ya de por si precarios derechos de los trabajadores, y que se incrementen los salarios acorde a lo establecido en el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva de 2015. Además, el objetivo del sindicato es suscribir acuerdos parecidos en el sector de la limpieza en las tres provincias aragonesas
UGT Aragón, junto con otros sindicatos, ha solicitado ya la intervención del Gobierno de Aragón, "no para que medie, sino para que tome parte y apoye a los trabajadores de la limpieza de Huesca".
