
La mayoría de los autónomos aragoneses se muestran confiados en que la situación económica mejore en 2016, aunque la inestabilidad política en España hace mella y puede tener repercusiones en la contratación de trabajadores y en la evolución de sus negocios. El 21,7% de los autónomos que tiene empleados a su cargo cree que tendrá que prescindir de alguno y hay un 18,2% que no se pronuncia sobre si podrá finalmente o no contratar.
La inestabilidad política comienza a pasar factura a la economía aragonesa, al menos en la contratación de trabajadores por parte de autónomos, ya que en general los trabajadores por cuenta ajena se muestran más optimistas con la evolución de la economía en 2016, aunque las expectativas no son tan halagüeñas a la hora de hablar de la contratación de empleados y del mantenimiento de las plantillas.
Piden diálogo
Un motivo por el que el presidente de ATA, Lorenzo Amor, ha instado en Zaragoza a que los partidos dialoguen para poner punto y final a la incertidumbre política generada desde las últimas elecciones generales, además de apelar a que se recuperase el "espíritu de pactos de la Moncloa, donde políticos de ideologías antagónicas fueron capaces de priorizar los intereses de los ciudadanos frente a los de partido".
Un consenso en el que ha insistido porque, en épocas de incertidumbre, "los grandes perdedores son el empleo y los ciudadanos". Y, así es en el caso de los autónomos, según se establece en los datos del Barómetro realizado por ATA y en el que se recoge el balance que los trabajadores por cuenta propia realizan del año 2015 y las expectativas para este ejercicio y que ha sido realizado con las encuestas de 1.056 autónomos aragoneses, de los que el 58,4% tiene trabajadores a su cargo.
De acuerdo con estos datos, el 60,1% de los autónomos encuestados señala que no tiene previsto reducir la plantilla, aunque hay un 21,7% que sí cree que se verá obligado a prescindir de alguno de sus trabajadores.
Además, destaca que el 18,2% señala, ante la inestabilidad política, que no sabe cuál será el futuro. El porcentaje de "no sabe/no contesta" en relación a la generación de empleo asciende desde el 6,4% registrado en el barómetro a cierre de 2014 al 21,9% de autónomos aragoneses que están indecisos en la actualidad y no saben qué políticas de empleo podrán llevar a cabo.
La incertidumbre también está presente en los autónomos que sí prevén que puedan aumentar plantilla. De hecho, el 12,2% afirma que contratará de forma indefinida, pero el 35,4% no sabe qué contratación realizará y señala que dependerá de las políticas de empleo que se lleven a cabo en los próximos meses. El barómetro también recoge que un 52,4% realizará otro tipo de contratación aludiendo a temporal, por obra y servicio o formación, entre otras opciones.
Situación económica
La inestabilidad igualmente se deja sentir en la situación económica en la que el 73,8% de los autónomos observan una mejoría tras siete años de crisis, aunque muchos trabajadores por cuenta propia de Aragón todavía manifiestan tener una situación complicada.
Claro ejemplo es que el 23,4% de los autónomos apunta a que la situación económica no es tan favorable y que habrá que esperar al 2017 para que haya una recuperación real.
Aparte de la situación económica, otro de los temas que preocupa a los autónomos es la financiación en la que se muestran también algo más optimistas que en 2015, ejercicio en el que el 56,2% de los autónomos aragoneses encuestados desde ATA que solicitaron financiación a una entidad la obtuvieron, aunque todavía un 33,1% no puedo acceder a ella porque le fue denegada.
Junto con la financiación, la morosidad pública y privada sigue siendo otro de los grandes problemas que afectan a los autónomos aragoneses, aunque poco a poco los datos van teniendo una mejor evolución. En 2015, el 24,5% de los autónomos reconocieron padecer morosidad de más de seis meses y el 7,7% tarda más de un año en poder hacer efectivo el cobro de sus facturas.