La plantilla ha ratificado el preacuerdo alcanzado entre la empresa y los sindicatos que incluye prejubilaciones y ceses voluntarios y forzosos hasta completar 27 extinciones.
El acuerdo establece las condiciones para la salida de los 27 trabajadores que se verán afectados por la decisión de la compañía de trasladar parte de la producción de bobinado de transformadores secos desde la planta de Zaragoza a Polonia.
En concreto, se establecen prejubilaciones y ceses, primero voluntarios y luego forzosos hasta completar una reducción de plantilla de 25 personas antes del día 30 de septiembre de 2016.
A las prejubilaciones podrán acogerse el personal directo, que tenga más de 55 años y con 25 años de antigüedad. En este caso, se aplicarán unas rentas mensuales hasta los 63 años, que garantizarán entre el 71% y el 76% del salario regulador, así como la cotización mediante convenio con Seguridad Social.
Además, para los ceses la indemnización será de 50 días de salario por año de servicio con un tope de 42 mensualidades más una cantidad lineal de 8.000 euros, que supone en la práctica una indemnización de entre 57 y 64 días por año.
El preacuerdo incluye también otras medidas como un incentivo económico para los afectados durante el proceso hasta la extinción y medidas paliativas tras el cese como contrataciones en Polonia, bolsa de empleo en ABB España, plan de recolocación externa, ayuda al reciclaje y promoción del empleo autónomo.
Asimismo se recoge una declaración de voluntad de la empresa de asignar producto e inversiones a la planta de Zaragoza y se determina la creación de una Comisión de Seguimiento a través de la que los representantes de los trabajadores realizarán el control del cumplimiento de los acuerdos alcanzados.
Estas condiciones han sido respaldadas por la mayoría de la plantilla. El preacuerdo ha contado con 147 votos a favor, 16 en contra, 4 blancos, 1 nulo y 38 abstenciones.
Tras conocerse el resultado de la votación, la secretaria general de CCOO Industria de Aragón, Ana Sánchez, ha destacado el resultado positivo que se ha obtenido. "Sin olvidarnos de que se trata de un ERE extintivo, hemos logrado reducir la cifra inicial de despidos y situar las indemnizaciones en la media de otras plantas".
No obstante, Sánchez ha reconocido que hay dos "puntos amargos" como la no inclusión de los indirectos en las prejubilaciones y la ausencia de otras propuestas alternativas que redujeran aún más las salidas forzosas.