
El impuesto de circulación ha descendido en la capital turolense un 3% en 2020, otro 3% en 2021 y un 6% en 2022, lo que supone un descenso del 12% en tres años.
Este impuesto afecta a prácticamente todos los hogares turolenses, además de a las empresas y autónomos. En concreto, en Teruel, hay más de 27.000 vehículos, cuyos propietarios se benefician de esta bajada.
"En un contexto de subidas generalizadas de precios que dependen del Gobierno de España, como la luz, el gas o el IPC, y en una comunidad autónoma como Aragón que es de las que mayor presión fiscal ejerce, afortunadamente vivimos en una de las capitales de provincia con menor presión fiscal", afirma la alcaldesa, quien añade que, con este descenso, se cumple su compromiso de alcanzar una bajada del 11% del impuesto de circulación a lo largo de esta legislatura, explica la alcaldesa de Teruel, Emma Buj.
Buj ha recordado también que, en los últimos años, ha continuado bajando esa presión fiscal gracias a exenciones y bonificaciones que su equipo de gobierno ha realizado en el Ayuntamiento. Es el caso, por ejemplo, de la bonificación del pago de las plusvalías y las bonificaciones para familias numerosas o en el uso de instalaciones deportivas, entre otras.