
La deshidratadora Forrajes San Agustín ha puesto en marcha una nueva fábrica de pellets con una capacidad de fabricación de 60.000 toneladas anuales de pellets de paja, pellets de forrajes y pellets de alfalfa.
Las nuevas instalaciones comenzaron a funcionar el pasado mes de agosto, aunque es ahora cuando se encuentran en fase inicial de puesta en marcha. La previsión es que se alcance el pleno rendimiento a finales de este mes de noviembre.
Forrajes San Agustín ha invertido 2,5 millones de euros en estas nuevas instalaciones en la localidad oscense de Almuniente, que cuentan con una capacidad de fabricación de 60.000 toneladas anuales de diferentes productos como, por ejemplo, los pellets de paja, pellets de forrajes y pellets de alfalfa. Con su puesta en marcha, se han creado ocho puestos de trabajo, cuya actividad se centra exclusivamente en esta nueva línea de negocio.
FORSA está especializada en la producción de productos elaborados partiendo de forrajes deshidratados en general, cultivando y manejando diferentes fincas para producir distintos tipos de forrajes y transformarlos para destinatarios de la alimentación animal. Ahora, con esta nueva instalación, Forrajes San Agustín complementa el portfolio de productos para los clientes, además de dar la oportunidad tanto a sus proveedores como agricultores de suministrar todo tipo de productos fibrosos con distintas calidades.
Además, también podrá aumentar su radio natural de suministro. En la actualidad, FORSA introduce sus productos principalmente en la comarca de Monegros y en la zona de la Hoya de Huesca. Con el incremento de materia prima, la previsión es suministrar fuera de la comunidad aragonesa, abordando así el mercado nacional y los exteriores.
La empresa ya ha dado algunos pasos en los mercados exteriores. Dentro de ellos destaca, por ejemplo, la colaboración que está llevando a cabo para cargar un barco de 46.000 toneladas que saldrá previsiblemente la próxima semana con destino a Arabia Saudí. También contempla abordar otros mercados como China.
Todo el proceso
La nueva línea se alimenta con materia prima preparada a través de la mesa de alimentación del tropel o bien directamente de la picadora. Además, la mercancía se dirige hacia un molino de 540 CV que la transforma en harina para, posteriormente, pasar a un filtro de mangas y el silo pulmón.
La harina llega así al depósito mezclador, dejando listo el producto para su peletización a través de dos granuladoras. El resultado son pellets de entre 6 mm y 8 mm de diámetro, que pasan al enfriador para bajar su temperatura hasta niveles adecuados para llegar a los silos metálicos o almacén para su posterior carga en contenedores o camiones a granel.