
En los últimos tres meses, la entidad ha concedido estas operaciones de financiación -entre créditos y préstamos- a pymes, autónomos y grandes empresas, siendo el 88,7% nueva financiación.
Un volumen de operaciones para paliar los efectos generados por la COVID-19 en el tejido empresarial que, sobre todo, se ha destinado a pymes y autónomos que son los beneficiarios del 75% del total de volumen concedido en este período.
Los datos facilitados por Caja Rural de Aragón reflejan que el importe medio de la financiación ha sido de 31.000 euros en el caso de los autónomos, cantidad que se ha elevado hasta los 136.000 euros en el pymes.
El 88,7% de las operaciones han sido de nueva financiación, mientras que el 11,3% se corresponde con operaciones destinadas a renovación de líneas circulantes ya existentes.
"Durante estos meses, hemos estado más cerca que nunca de las pymes y autónomos, ayudando en las necesidades financieras e intentando contribuir a paliar los efectos del coronavirus en todos los territorios donde estamos presentes", ha afirmado María Pérez, directora de Empresas de Caja Rural de Aragón.
Línea ICO-COVID
El Instituto de Crédito Oficial (ICO) ha vuelto a asignar cupo de avales a la entidad aragonesa, de manera que la Línea ICO-COVID estará abierta hasta que los fondos se agoten, teniendo como fecha máximo el día 1 de diciembre de este año.
Caja Rural de Aragón, en colaboración con el ICO, ha puesto a disposición de las empresas un nuevo subtramo de estas líneas de avales destinado a fomentar la inversión y potenciar dos sectores de actividad importantes en Aragón: el turismo y la automoción.
Además, la Caja Rural ha suscrito acuerdos específicos de colaboración con las diferentes sociedades de garantía recíproca (SGR) de las provincias donde está presente para dotar de líneas de liquidez y ayudar a cubrir las necesidades de circulante de empresas y autónomos. La entidad también ha colaborado con las líneas impulsadas desde el Gobierno de Aragón como medidas complementarias de apoyo a pymes y autónomos.