
Cada andaluz gasta una media de 40 euros al año en helados tras ingerir unos 11 litros
Los helados no solo son para el verano. Precisamente, el lema de la Asociación Española de Fabricantes de Helados es Disfrútalos todos los días del año. Y así lo demuestra un estudio realizado por la escuela de negocios madrileña Constanza Business and Protocol School.
Según sus datos, en los últimos diez años ha aumentado la cantidad de helado que consume cada español. Si en 2010 eran 8,4 litros por habitante al año, en 2018 fueron de 12,2 litros. Los valencianos son quienes más helado toman con 13,1 litros, mientras que los murcianos, los que menos, con 10,1 litros por habitante.
Los andaluces se posicionan en la zona media de la tabla con un consumo de 10,8 litros por habitante el pasado año. Aunque los valencianos son los españoles que más litros de helado comen por persona, la Comunidad Valenciana no es la autonomía con mayor consumo en volumen. Ocupan la cuarta posición, con 68 millones de litros en 2018, por detrás de Andalucía, que con 96 millones de litros se sitúa la primera. En segundo lugar estaría Cataluña, con 91 millones; y luego Madrid, con 83. La Rioja se sitúa en último lugar con 4 millones de litros.
Según los últimos datos del sector, que pertenecen a 2016, las comunidades con las cifras más elevadas de gasto en helados son Andalucía (332 millones de euros), Cataluña (315), Madrid (285) y Comunidad Valenciana (233). En Andalucía, el gasto medio por persona en 2018 fue de 39,91 euros, y para 2019 se prevé 40,73 euros, tras ingerir una media de 11,3 litros de helado.
En España, los helados individuales listos para el consumo suponen, con diferencia, la mayoría del mercado, con un 56 por ciento. Los helados artesanales suponen el 23 por ciento del mercado, siendo el segundo tipo de helado más consumido en España. En tercer lugar, con una cuota del 20 por ciento, se encuentran los helados listos para su consumo en el hogar, donde las grandes marcas y fabricantes están librando su batalla, ya que, es aquí donde está buena parte del potencial del mercado español y la mejor manera de combatir la estacionalización. En último lugar, con un 1 por ciento, se encuentran los yogures helados, que tanto boom tuvieron hace unos años.
La Ibense 1892, antes llamada La Ibense Bornay, es la compañía de helados más antigua de España (fundada en 1892), y está enclavada en Jerez de la Frontera, Cádiz. Con 127 años de historia, nació en la localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda y su ámbito de actuación ha estado ligado a Andalucía desde sus orígenes. Desde La Ibense 1892 llevan con orgullo ser la fábrica de helados de mayor producción de Andalucía. De hecho, su crecimiento actual tiene especial incidencia en Granada y Córdoba.
En 2018 facturó 5,7 millones, de los cuales un 8 por ciento provienen de la comercialización de sus productos fuera de España. Para 2019 espera un notable crecimiento económico hasta alcanzar los 8 millones facturados, según Fernando Labarta, Director de Marketing. Actualmente, esta firma gaditana de origen familiar, y comprada por el grupo inversor Sainberg Investments en 2015, dispone en el Parque Tecnológico Agroalimentario de Jerez de una parcela de 21.000 metros cuadrados y 8.500 m2.
También las heladerías artesanales han proliferado por toda Andalucía. Un ejemplo es Joaquín Liria, propietario de la Heladería La Fiorentina en Sevilla, que cumple 25 años, enclavado en pleno corazón de la capital andaluza, y que no para de innovar constantemente. Su heladería alcanzó un volumen comercializado de helados de entre 10.000 y 12.000 litros en 2018. Algo que espera aumentar en este año, debido al buen tiempo reinante en la primavera de 2019. Este maestro heladero elabora sabores de los dulces más típicos de la tierra, tales como de palmera de huevo, palmera de chocolate, torta de aceite, torta de polvorón, pestiño, torrija o piñonate.